La Orquesta Zohra: música para niñas en Afganistán
El Instituto Nacional de Música del país se abrió en 2010 para niños de todos los entornos sociales y cuenta con el primer grupo femenino de su tipo en su país
En una de las muchas salas de estudio del Instituto Nacional de Música de Afganistán (ANIM), Zarifa Adeeb toca el violín con una destreza y una concentración admirables en medio de un grupo de estudiantes. Si bien esta joven afgana sueña con convertirse en cantante pop, su pasión por la música clásica ha surgido mucho más recientemente.
Cuando tenía sólo un año de edad, Adeeb huyó con su familia a Pakistán, donde se quedó hasta los 15 años antes de decidir volver a su país. "Vine aquí a finales de 2014. Cuando estaba buscando un profesor de música encontré con este instituto de música, donde puedes venir y aprender música de forma profesional". Actualmente en su último año, Zarifa Adeeb ha estado estudiando violín durante dos años. Es ambiciosa y está esperanzada. Y sin embargo, hace sólo diez años, estas lecciones de música le habrían sido completamente prohibidas.
El ANIM fue abierto por primera vez en 2010 por Ahmad Naser Sarmast, el actual director, aunque su historia se remonta más lejos. El instituto está reavivando una tradición de enseñanza musical que fue severamente debilitada durante los recientes levantamientos políticos. Con la creación original de la escuela musical en 1974, la música se convirtió en una parte del plan de estudios nacional en Afganistán. La escuela dio clases hasta 1988, cuando cerró debido a la guerra y después se mantuvo cerrada durante todo el gobierno de los talibanes, ya que la música se ilegalizó.
La escuela reabrió sus puertas cuando Hamid Karzai, el ex presidente de Afganistán, llegó al poder. En 2008, Ahmed Naser Sarmast inició un proyecto llamado "Reconstrucción de Aghan Music", financiado por el Banco Mundial. Dos años más tarde, la escuela de música se convirtió en el ANIM y comenzó a impartir cursos tanto de música clásica occidental como oriental. Éstas incluyen lecciones de violín, viola, guitarra, piano, trompeta y flauta, así como instrumentos más tradicionales como el robab, el ghikak, el tambor, el qashqarcha, el sarod de tres cuerdas y el delroba.
La primera orquesta afgana exclusivamente para chicas
En la actualidad, el ANIM tiene alrededor de 250 estudiantes, incluyendo 75 niñas. Entre ellas, estas jóvenes han agrupado sus respectivos talentos para formar la Orquesta Zohra: la primera orquesta afgana compuesta exclusivamente de niñas. Establecido en 2014, este grupo musical celebró su primer evento en la Embajada de Canadá en Kabul: no eran exactamente una multitud. Zarifa Adeeb habla de estos primeros días: "Cuando me uní por primera vez a la escuela sólo había cinco niñas en total. Queríamos organizar un grupo para mujeres ya que, ese mismo año en el instituto, a los chicos se les permitió crear grupos de rock y pop. Era como una competición. Así que creamos un coro. Con el tiempo, otras chicas se unieron al grupo. Fue entonces cuando, sólo tres semanas después, pasamos de un grupo de canto a una orquesta".
"La idea original para la Orquesta de Zohra surgió de una joven llamada Mina que era estudiante aquí. La idea fue retomada por el Dr. Naser Sarmast y, hoy, estamos siendo testigos del éxito de la orquesta", explica Mohammad Murad Sharkhush, quien enseña qashquarcha en el instituto, un antiguo instrumento afgano. Desafortunadamente, como mucha gente, la muchacha experimentó algunos problemas familiares. Tuvo que regresar a su provincia natal y entonces su familia se negó a dejarla regresar a Kabul.
Mohammad Murad Sharkhush explica que las chicas de la orquesta van de 12 a 21 años de edad. Recientemente, la Orquesta Zohra ha tenido la oportunidad de participar en varios programas internacionales, como el Foro de Davos en Suiza. "Uno de nuestros principales éxitos hasta ahora ha sido poder mostrar al mundo una imagen positiva de Afganistán y de su cultura. Esta orquesta ha sido apoyada por varios países y también es conocida como los Ángeles de la Música", añade.
Un símbolo del futuro de Afganistán
Cada año, entre 300 y 400 solicitantes se presentan al examen de ingreso del instituto y sólo 50 de ellos consiguen una plaza. Alrededor del 50% de los candidatos son niños sin hogar o huérfanos y son recomendadas por ONGs que trabajan en los derechos del niño en Afganistán. Así como la Orquesta Zohra, el instituto cuenta con otros once grupos musicales.
Mohammad Murad Sharkhush continúa: "cuando ocurre un cambio en un país, es mejor no preocuparse: debes ser positivo, y soy optimista. Afganistán es un país donde el arte ocupa un lugar destacado en la vida de las personas".
En el Instituto Nacional de Música de Afganistán, tanto estudiantes ricos como huérfanos asisten a clases de música bajo el mismo techo. Expresan sus emociones -ya sea dolor, esperanza, alegría o duelo - a través de la música, para que un día puedan cumplir sus sueños de infancia. Como dice Ahmed Naser Sarmast: "El Instituto Nacional de Música de Afganistán es como una isla de esperanza en la oscuridad. Este instituto es el símbolo del Afganistán del mañana".
Este reportaje pertenece al Impact Journalism Day, un proyecto en el que medio centenar de periódicos en todo el mundo publican historias sobre proyectos positivos que contribuyen a cambiar el mundo.
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