Uber y el taxi
El 16 de marzo Barcelona amaneció sin el tradicional color negro y amarillo de sus taxis. Los taxistas realizaron un paro durante la mayor parte de la jornada para protestar contra Uber y otras aplicaciones que, según ellos, suponen una competencia desleal. Parece obvio que es necesario regular la aparición cada vez más numerosa de iniciativas que, gracias a las nuevas tecnologías, suponen una amenaza para sectores económicos tradicionales como, por ejemplo, el del taxi. Pero más allá de intentar proteger a estos sectores, tal vez lo más indicado sería animarles a que cambien y se adapten a una nueva realidad a través de la mejora y la innovación de sus servicios.— Marta Domínguez García. Barcelona.
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