“El legado de Robin Williams será arrojar luz sobre las enfermedades mentales”

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Desde que Robin Williams se quitara la vida en agosto de 2014, son pocas las veces que la viuda del actor ha hablado en público. Pero siempre que lo ha hecho ha sido con la intención de poner el foco de atención en las consecuencias de la demencia, enfermedad que le fue diagnosticada al cómico tras la autopsia y que durante los últimos meses de su vida le provocó pérdidas de memoria así como depresión y falta de habilidad para controlar sus emociones. Ahora, en el programa People Icons: Gone Too Soon (Iconos que se han ido demasiado pronto), Susan Schneider Williams ha hablado sobre el que cree que será uno de los legados de su marido y como piensa que su memoria va a ayudar a otros a no sentirse solos.

"El auténtico legado de Robin se desarrollará en las próximas décadas y realmente arrojará luz sobre la enfermedad cerebral como un todo, pero particularmente sobre la demencia, que 47 millones de personas en todo el mundo están sufriendo en este momento", dice Susan Schneider Williams en el programa realizado por la revista People y la cadena estadounidense ABC, y que se emite este martes por la noche. “Y los otros pacientes con demencia con cuerpos de Lewy saben que no están solos, era lo que Robin tenía y están siendo escuchados”, añade para un programa de televisión que también le ha dedicado minutos a los desaparecidos Patrick Swayze o Whitney Houston.

En la entrevista, describe a quien fue su marido de 2011 hasta el final de su vida como “un hombre silencioso e intelectual”, muy alejado de la explosiva personalidad que mostraba normalmente el actor en televisión. “El Robin que conocía no era el loco y maniático que actuaba sobre los escenarios y algunas veces en sus papeles como actor”, y añade: “Creo que era un error común pensar que Robin siempre iba a esa velocidad. Ese no era el hombre que conocí ni del que me enamoré”. Al contrario, según le describe Susan Schneider Williams, el actor era un hombre observador que en su día a día vivía tranquilo conservando la energía para sus actuaciones. “Lo brillante del impacto de la energía que subía al escenario era porque en su tiempo libre era alguien contemplativo y un genio de la observación”.

Desde que el actor se quitara la vida a los 63 años en su casa de San Francisco en el verano de 2014, su viuda trata de concienciar sobre la enfermedad neuronal que padecía Robin Williams. Ya lo hizo el pasado mes de septiembre, cuando publicó una carta en una revista científica en la que hablaba de todos los síntomas que padecía el oscarizado intérprete y sentenciaba: “La demencia con cuerpos de Lewy es lo que mató a Robin”.