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Migrados
Coordinado por Lola Hierro

Camaleón. La España del extranjero

Un camerunés novela su adaptación en España

Despin Tchoumke bajo el puente de Segovia.
Despin Tchoumke bajo el puente de Segovia.Sergio González Valero

De pequeño le llamaban “camaleón”, un animal que es capaz de adaptarse a cualquier ambiente para sobrevivir. Y quienes dieron este apodo a Despin Tchoumke no se equivocaron, como así ha quedado demostrado años más tarde. Nativo de Douala, en la costa de Camerún, este joven apuesto vivió en Francia y, desde 2004, en Madrid, donde trabaja. En su vida diaria, Tchoumke se revela como un comunicador, y también un puente; alguien atravesado por las vidas de tantos y con el deseo de contarlo. Alguien, cosa rara, que aún tiene esperanza en la conciencia humana.

En la última década, ha conocido a las verdaderas dos Españas: una boyante y espasmódica, la que se ha quedado atrás, y otra crispada, la de ahora. La crisis económica dibuja en su mirada extranjera un país al completo, en sus mejores y en sus peores momentos. “Sorprendentemente, donde sí he visto morir gente es aquí”, asegura.

Para Despin Tchoumke, adpatarse al mundo ha sido vital.
Para Despin Tchoumke, adpatarse al mundo ha sido vital.Sergio González Valero

Cuenta que la primera vez que vio un cerebro fuera de su sitio fue en Madrid, porque durante varios años durmió bajo el Puente de Segovia, que califica como un “nido de suicidas”. El no conocía a nadie, no hablaba español, no tenía trabajo y se tuvo que buscar la vida. Lo primero que necesitó, como es natural, fue un lugar donde dormir, que encontró junto a otros africanos, más de 200 asegura, bajo el viaducto. Allí vio cosas que, en aquel momento, se escapaban por completo de su capacidad de comprensión.

“Sorprendentemente, donde sí he visto morir gente es aquí”

“Había gente que venía a suicidarse, a tirarse del puente, yo les vi morir. Nuestra situación no es fácil pero estamos mejor que ellos, pensaba, porque, al menos, no queremos morir”, relata. Ha corrido mucha agua bajo el puente y ahora, Tchoumke recoge un libro autobiográfico, que se torna ensayo social, en el que dibuja la España que fue antes de la crisis, la que es ahora y la que puede llegar a ser.

Bajo el título de Camaleón. La España del extranjero intenta llevar, a su manera, al lector a comprender por qué hay miles de hombres, mujeres y niños que cruzan el estrecho que une a España con África. Su objetivo es que se preste atención a lo que sucede ahí abajo, en el Sur, escuchando a quienes hayan practicado este fenómeno de tránsito, aquellos que ven a los españoles desde afuera y les sirven de espejo.

Personas que recuerdan ─a la sazón─ a los españoles que no están exentos de vivir lo mismo que ellos: la necesidad de buscar una vida mejor lejos de casa. De hecho, pocos años después de llegar a España, mientras intentaba abrirse camino juntando trabajos precarios, Despin Tchoumke fue testigo de la crisis que asoló al país.

Cuando todo se desmoronaba, Tchoumke estaba feliz de haber llegado hasta España

Camaleón. La España del extranjero reúne pues años de vivencias del camerunés, desde la salida de su país de origen, hasta el paso por Francia, la vida en las calles de Madrid... Unos años llenos de episodios complicados, duros de sobrellevar, pero a la vez esperanzadores, pues aun cuando todo se desmoronaba, Tchoumke estaba feliz de haber llegado hasta España.

“El camaleón ocupó tres años de su juventud en viajar a través del Sahel, el Sahara, Libia y el norte de África hasta llegar a Ceuta y realizar, junto a otros como él, un intento en la valla, exactamente el 20 de septiembre del año 2000. El relato a continuación registra apenas un detalle. Lo encomiable, si luchar es encomiable, es que tuvo que vivir, durante esos tres años, como inmigrante irregular en la carretera. Utilizó el ingenio, fue paciente. Se enfrentó la extorsión y a la brutalidad, y también a la valentía de tantos y a la suya propia”, escribe en el capítulo titulado Uno, ninguno, cien mil.

Despin Tchoumke, con el puente de Segovia detrás
Despin Tchoumke, con el puente de Segovia detrásSergio González Valero

Gracias al libro, que se está financiando mediante una campaña de crowdfunding o micromecenazgo en la editorial Libros.com, Tchoumke podría ser uno de los nombres más prometedores de la literatura africana en España.

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