Los valientes del 23-F
Los fotógrafos Manuel Barriopedro y Manuel de León cuentan cómo sacaron los carretes escondidos en los calzoncillos y en un zapato en el 23 de febrero de 1981
La tarde del 23 de febrero de 1981 había una veintena de fotógrafos en el hemiciclo del Congreso de los Diputados, pero solo dos de ellos consiguieron que sus fotos fueran testigo de lo que allí pasó. Conocidos como "los manolos"; Manuel Barriopedro y Manuel de León, fotógrafos de la Agencia EFE, tuvieron el valor de hacer fotos durante el intento de golpe de estado y esconderse los carretes. Barriopedro lo hizo en un zapato y León en los calzoncillos.
Manuel Barriopedro
Así lo recuerda Manuel Barriopedro (Madrid, 1947): "La tarde en el Congreso de los Diputados se presentaba aburrida; las votaciones eran lentas, nominales y, de uno en uno. A las seis y veinte de tarde escucho una voces, unos ruidos que no eran normales, algo estaba pasando fuera del hemiciclo. En ese momento, dirigí mi Nikon F2 con un 80-200mm hacia la puerta de entrada. Un guardia civil da una patada y entra; mientras, por la otra puerta escucho 'quieto todo el mundo'. Me giro y, veo un tricornio. Bajo ese tricornio había una cara muy conocida para todos nosotros, era Tejero".
La única foto en color que existe del 23-F
Aquella tarde del 23-F, Manuel Barriopedro llevaba dos cámaras; una con un carrete en blanco y negro y, otra con uno de color. Al día siguiente, Barriopedro fue a recoger las cámaras que en el hemiciclo se quedaron requisadas. Dentro de una de ellas aún permanecía el carrete de color. Barriopedro no le echó cuenta, ya que él siempre pensó que con esa cámara nunca llegó a hacer fotos; sin embargo, lo mandó a revelar. La sorpresa vino cuando en el laboratorio le dijeron que había una foto de Tejero. La foto fue portada de la revista Gaceta.
"Cuando terminé de hacer las fotos, tenía claro que nos iban a requisar los carretes", recuerda Barriopedro. "En ese momento nos obligaron a dejar las cámaras en el suelo; mientras la soltaba, con mucho cuidado y, mientras los fotógrafos compañeros me decían; 'Cómo te vean, nos matan', rebobiné el carrete y lo tuve en la mano; al menos durante una hora. Al cruzar las piernas, vi que había un hueco en el zapato. Aproveché un descuido del guardia civil que tenía justo al lado y, muy despacio metí el carrete en la planta del pie. El carrete permaneció en el zapato hasta las diez y media de la noche, que nos dejaron salir. Hasta que no llegué a la redacción de la agencia y revelé el carrete fueron horas eternas, ya que ni yo sabía qué fotos había hecho. Cuando vi el resultado, ni me creía que estuvieran enfocadas".
El primer World Press Photo que ganaba un fotógrafo español
Ese año hubo tres acontecimientos importantes: El atentado al Papa Juan Pablo II en la plaza San Pedro, el atentado a Ronald Reagan y, el asesinato de Sadat, el presidente egipcio. Fue un año cargado de fotos relevantes. Por la cabeza de Manuel Barriopedro jamás pasó la idea de ganar el prestigioso premio, pero la fotografía icónica del golpe de estado terminaría formando parte de la historia de World Press Photo. “Me animaron a que me presentara, yo no quería. Pensaba que me caía grande para un pobrecito fotógrafo español de prensa. Me dio hasta vergüenza presentarme. Cuando fui a recibí el premio, jamás imaginé lo que era aquello, creo que es la misma sensación que cuando te dan un Nobel". Pasarían otros 30 años hasta un español no volviera a ganarlo. En 2011 lo ganaría Samuel Aranda.
Manuel Hernández de León.
Una semana antes del intento de golpe de estado, el fotógrafo Manuel Hernández de León (Madrid, 1949) estuvo en casa de Tejero. Fue a hacerle un reportaje de fotos para Agencia EFE. El 23-F, cuando Tejero sube la escalera del hemiciclo, con el dedo en el gatillo de la pistola, fija la mirada en Manuel de León y lo reconoce. De León hace la foto en ese momento, una foto que sería histórica. Así lo recuerda Manuel: "Me mira, me reconoce, y entro en pánico; me tapo la cara con la cámara y disparo. Tras hacer la foto, un guardia civil metralleta en mano, sube hacia donde estábamos los fotógrafos y nos pide los carretes. En ese momento, veo como los compañeros rebobinan y se los entrega. Yo, en vez de darle el carrete con las fotos, le doy uno virgen que llevo en la bolsa; el bueno me lo guardo en la comisura de la camisa, entre los botones". Una hora después, Manuel pide ir al baño y, es acompañado por un guardia civil, donde coincidió con Adolfo Suárez, se miran y se saludan. En el cuarto de baño, Manuel saca el carrete de la comisura de la camisa y lo guarda en los calzoncillos. Tres horas después, dejan salir a los fotógrafos y, Manuel va a la Agencia EFE a revelar las fotos, donde coincide con Barriopedro. Tras revelar los carretes, se funden en un abrazo celebrando las fotografías que cada uno había hecho, sabiendo que formarían parte de la historia de España.
¿Donde están los carretes que faltan?
Esa es la pregunta que Manuel Hernández de León lleva haciéndose desde hace 36 años. Manuel, asegura que el 80 % de los fotógrafos que había junto a él hicieron fotos aquella tarde. ¿Dónde están los carretes que los guardias civiles le requisaron? "Hay muchas fotos interesantes en esos carretes que deben salir a la luz, la historia aún no está completa".
Babelia
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