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Columna
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R.I.P.

¿Dónde se refugia el yo cuando recibimos una mala noticia; dónde cuando nos dan una alegría; dónde cuando necesita estar solo?

Juan José Millás
John Berger fotografiado en Barcelona durante la inauguración de la instalación de Isabel Coixet “De A para X”.
John Berger fotografiado en Barcelona durante la inauguración de la instalación de Isabel Coixet “De A para X”. Marcel.li Sáenz

Lo primero que el médico de John Berger preguntaba a sus pacientes era en qué lugar de su cuerpo vivían. ¿En qué parte de su cuerpo vive usted, en el hígado, en el corazón, quizá en el aparato locomotor o en el reproductivo? ¿Pasa más tiempo en el estómago que en los pulmones? ¿Prefiere para el invierno la región abdominal y para el verano la pélvica? ¿Cuántos días al año visita ese suburbio denominado espalda? ¿Cuánto tiempo se detiene en el culo? Configurado así el cuerpo como una ciudad de provincias, cabe preguntarse cómo nos trasladamos de unas partes a otras de su geografía y cuántas veces al día vamos, no sé, del cerebro a la columna vertebral o de los ojos a la boca, donde reina un músculo húmedo que llamamos lengua.

¿Se trataba acaso de una manera de averiguar dónde les dolía a sus pacientes o la pregunta se atenía a su significado literal? ¿Puede el yo, ese extraño ser que nos habita, instalarse indistintamente en las diferentes capas de la piel o en las entretelas de los intestinos? ¿Dónde se refugia cuando recibimos una mala noticia; dónde cuando nos dan una alegría; dónde cuando necesita estar solo? Pero si consideramos que, además de por un yo, estamos okupados por un tú que se manifiesta cuando se dirigen a nosotros (¿tienes fuego, por favor?) y por un él, que aparece cuando hablan de nosotros (ese tipo es imbécil), ¿en qué parte del cuerpo reside cada uno? ¿Comparten habitación, son vecinos, se comunican entre sí?

¿Dónde viven, en fin, mi yo, mi tú, mi él, dónde, incluso, mi ello? ¿Son todas esas instancias personales variedades de una sola o forman un grupo de pronombres que se disputan la misma víscera, la misma oquedad, la misma glándula? Muy agudo, el médico del difunto Berger. R.I.P.

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Sobre la firma

Juan José Millás
Escritor y periodista (1946). Su obra, traducida a 25 idiomas, ha obtenido, entre otros, el Premio Nadal, el Planeta y el Nacional de Narrativa, además del Miguel Delibes de periodismo. Destacan sus novelas El desorden de tu nombre, El mundo o Que nadie duerma. Colaborador de diversos medios escritos y del programa A vivir, de la Cadena SER.

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