Sí al respeto, no a la demagogia
España vive instalada en el enfrentamiento: no hay consensos, ni siquiera ante el fallecimiento de una persona. Lo que debería haber sido una noticia trágica, se ha convertido en un arma de confrontación. Por un lado, aquellos que viven anclados en el gesto como postura vital, y cuya espantada en el Congreso no tiene mayor trascendencia (igual que no la tiene su actuación política). Del otro, el mismo Partido Popular, que es el primero en lanzar al ruedo un peligroso e inadmisible mensaje: ver en la muerte de Rita Barberá la justificación perfecta para señalar a periodistas críticos. En definitiva, hacer sentir culpables a aquellos que combaten la corrupción.— Miguel Folla López. Santiago de Compostela (A Coruña).
Ayer vivimos uno de esos momentos que nos empobrece como democracia y como sociedad. Los diputados de Unidos Podemos, junto con algunos del Grupo Mixto, decidieron salir del Congreso para no guardar un minuto de silencio por la recientemente fallecida Rita Barberá. Sí lo hicieron en el Senado, sin embargo. La lógica detrás de esa decisión no hace falta buscarla: no existe. Por lo que pudimos ver en sus tuits, eso sí, para ellos fue un “homenaje” en el que no podían participar. Ni siquiera eso han entendido. No se trataba de un homenaje, fue, simplemente, un gesto de respeto personal. No perdamos la humanidad.— Gonzalo López Molina. Albacete.
