Disciplina de voto
Una respuesta electoral previsible es lo que otorga a los votantes capacidad de influencia sobre la actuación de los políticos
Aunque la Constitución de Estados Unidos no mencionase a los partidos, a los pocos años de aprobarse ya emergieron formaciones políticas. ¿A qué responde su aparición? Principalmente a la necesidad de coordinar los votos de los representantes en el Congreso en numerosas cuestiones en las que los legisladores estaban en desacuerdo.
Así, los partidos cumplen una función esencial de coordinación legislativa que otorga estabilidad al proceso de formulación de políticas. Si cada uno de los parlamentarios actuara de manera independiente, sin vínculos con otros representantes, el resultado sería un proceso legislativo caótico.
Para evitarlo, las formaciones políticas garantizan que el comportamiento de los parlamentarios sea previsible y en consonancia con las directrices marcadas por el partido. Se llama disciplina de voto. Y esa previsibilidad en la actuación de los representantes permite que los ciudadanos perciban con claridad la posición de los partidos en distintas políticas y, en consecuencia, que puedan premiarles o castigarles en las urnas. Esta respuesta electoral es lo que otorga a los votantes capacidad de influencia sobre la actuación de los políticos.
Si la disciplina de partido se resquebraja, el control democrático de los representantes se debilita. Sobre todo en un contexto de listas cerradas y bloqueadas como el español, en el que los votantes no pueden recompensar o penalizar electoralmente a quien se salte las directrices del partido. Cuando tengan que volver a votar, su aprobación o desaprobación será para el conjunto de la lista del partido, no para el candidato individual. La acción del diputado díscolo se queda sin posibilidad de respuesta y, con ello, se cortocircuita la conexión esencial entre votantes y representantes.
Algunos ven en las fisuras en la disciplina de voto de los partidos un triunfo de la ética o de la libertad individual frente a los aparatos. Pero son un mero reflejo de la incapacidad de un partido de llegar a una posición común, sin la cual los ciudadanos no puedan dar respuesta en las urnas a la actuación de sus representantes. @sandraleon_
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