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CLAVES
Columna
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PSOA

El Partido Socialista tendrá dificultades para crecer si su proyecto político es a imagen y semejanza del de la federación andaluza

Sandra León
La líder del PSOE en Andalucía, Susana Díaz.
La líder del PSOE en Andalucía, Susana Díaz.CRISTINA QUICLER (AFP)

La peor crisis del PSOE antes de la ocurrida estos días se produjo en 1979, cuando el partido abandonó el marxismo y Felipe González se hizo con el poder tras un congreso extraordinario. De aquella crisis nació un aparato nacional reforzado y con amplia autoridad para imponer las directrices, de arriba a abajo, en todo el territorio.

En la crisis actual la reorganización de la dirección nacional ha quedado en manos de los líderes territoriales y el aparato se recompondrá de abajo a arriba, en un proceso que comienza pilotado por una gestora cuya composición refleja el peso de las federaciones. ¿Qué riesgos puede suponer para el PSOE que el proceso esté dirigido por los aparatos regionales?

El primero es que el proyecto político nacional del partido sea el simple resultado de la suma de sus partes. La propia división interna sobre si abstenerse o no en la votación de investidura responde a esa dinámica, pues las divergencias se explican por la relación específica que los socialistas han establecido con Podemos en cada región. Así, la pregunta es si la decisión sobre apoyar a Rajoy que finalmente se promueva será el resultado de lo que la mayoría de miembros cree que es mejor para el partido nacional, o de lo que la mayoría de barones piensa que es mejor para mantener el poder en sus territorios.

El segundo es que la definición de la cuestión territorial en el proyecto político del PSOE acabe sujeta a las preferencias de las federaciones más poderosas, especialmente la de Andalucía. El modelo andaluz ha sido largamente exitoso en las autonómicas y ha contribuido a amortiguar la caída del partido en las generales. Pero será insuficiente si el PSOE aspira a representar a una ciudadanía que tiene una visión crecientemente diversa del modelo territorial y a recuperar apoyos en las regiones donde el votante de izquierdas se ha vuelto más autonomista.

El PSOE que resulte de esta crisis no puede diluirse en la suma de sus partes. Y tendrá dificultades para crecer si su proyecto político se convierte en un PSOA, a imagen y semejanza del de la federación andaluza. @sandraleon_

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