_
_
_
_
Alterconsumismo
Coordinado por Anna Argemí

Monedas sociales y desarrollo sostenible

Por Miguel Yasuyuki Hirota

Hace un año que se aprobaron los Objetivos de Desarrollo Sostenible en las Naciones Unidas con el fin de lograrlos para 2030. Hoy quisiera enfocarme en el papel que juegan las monedas sociales a este respecto, porque nos sirven de justificativas al pedir subsidios y/u otros apoyos.

Los Objetivos de Desarrollo Sostenible nacieron cuando se caducaban los Objetivos de Desarrollo del Milenio, sancionados en 2000, que debían ser alcanzados en el 2015. Mientras que se cumplían algunos, había que admitir que todavía existían diferentes problemas socioeconómicos y ambientales a solucionar para el bienestar de la humanidad a nivel planetario. Así se reconocieron 17 nuevos objetivos con diferentes epígrafes, y algunos son muy relevantes para las monedas sociales.

Vamos a verlos en concreto:

1 Fin de la pobreza: Las monedas sociales pueden ofrecer “servicios financieros, incluida la microfinanciación” (1.4, ej.: Banco Palmas en Fortaleza, Brasil y Chiemgauer en Alemania). La soberanía popular en el microcrédito es un factor importante para impulsar el desarrollo endógeno.

2 Hambre Cero: Las monedas sociales ofrecen una oportunidad para que la sociedad civil se organice con el fin de “poner fin al hambre y asegurar el acceso de todas las personas, en particular los pobres y las personas en situaciones vulnerables, incluidos los lactantes, a una alimentación sana, nutritiva y suficiente durante todo el año” (2.1) a base de una red de ayuda mútua. Así, los indigentes podrían ayudar a sus vecinos a obtener monedas sociales y gastarlas para conseguir alimentos.

4 Educación de Calidad: Los bancos del tiempo ofrecen oportunidades de prácticas profesionales que sirven para “eliminar las disparidades de género en la educación y garantizar el acceso en condiciones de igualdad de las personas vulnerables, … a todos los niveles de la enseñanza y la formación profesional” (4.4). Después de estas prácticas, los nuevos técnicos tendrán más oportunidades de conseguir su trabajo.

5 Igualdad de Género: Los bancos del tiempo tienden a “reconocer y valorar los cuidados no remunerados y el trabajo doméstico no remunerado” (5.4) porque remuneran a aquellas mujeres que se dedican a estas actividades.

10 Reducción de las desigualdades: Las monedas sociales funcionan para “potenciar y promover la inclusión social, económica y política de todas las personas” (10.2), tal y como mostraron los Clubes de Trueque (Argentina) al permitir a los pobres desempleados a reconvertir sus propiedades y/o capacidades ociosas en moneda social. También es posible implementar monedas sociales enfocadas en la integración social de los inmigrantes.

12 Producción y consumo responsables: “reducir de manera significativa su liberación a la atmósfera, el agua y el suelo a fin de reducir al mínimo sus efectos adversos en la salud humana y el medio ambiente” (12.4) está directamente relacionado con los objetivos de Transition Towns que ha dado luz a diferentes monedas sociales, entre otras Bristol Pound (Reino Unido) y La Turuta (Vilanova i La Geltrú, Barcelona).

Es importante tener en cuenta las coincidencias entre los Objetivos y las monedas sociales, porque nos sirven para elaborar argumentos convincentes para conseguir soportes desde el sector público y/o fundaciones en caso de que existan tales oportunidades. Por ejemplo, las monedas sociales que integran personas marginadas sirven para ahorrar el gasto público que debería estar destinado para tal fin, lo que abre la posibilidad de que los ayuntamientos, las diputaciones y/o los gobiernos autonómicos muestren el interés en ofrecernos apoyos financieros y/u otras ayudas. Si el sector público está interesado en impulsar proyectos ecológicos, posiblemente se encajen bien algunos modelos de moneda social para lograr sus objetivos.

Hoy en día se considera el desarrollo sostenible como elemento imprescindible para muchos proyectos socioeconómicos. Valdría la pena orientar las monedas sociales en esta corriente para incluir más valores añadidos a este medio de intercambio.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_