Guardar las formas
Quejas por el editorial del jueves, 'Salvar al PSOE', que para muchos lectores bordea el 'insulto' a Pedro Sánchez
Esta sección tendría que haber estado dedicada hoy a analizar la denuncia de un lector de Ciudad de México que descubrió en un artículo de EL PAÍS párrafos ya publicados en otros medios. Una emergencia me ha obligado a desviar el tema a mi blog. La emergencia no es otra que los cerca de 100 mensajes de lectores -muchos de los cuales se declaran militantes socialistas- llegados a mi buzón hasta ayer, sumamente críticos con nuestra cobertura inicial de la crisis del PSOE.
La inmensa mayoría de correos se refiere al editorial del jueves 29 de septiembre, Salvar al PSOE , en el que se critica muy duramente a Pedro Sánchez, cuyo "cese inevitable y legítimo" se postula como única salida viable para su partido. En el texto se le califica además de "insensato sin escrúpulos".
No es la primera vez que me hago eco de críticas a editoriales, aun a sabiendas de que la línea editorial es prerrogativa del director, que no es partidario de entrar en debates sobre ella. En esta ocasión, sin embargo, hay un aspecto en las críticas que no tiene relación con argumentos o posturas ideológicas y merece ser atendido. Me refiero a que una mayoría de lectores juzga inaceptable el tono y algunos de los términos del editorial. Es lo que expresa en el correo que me ha enviado Adrián González Núñez: "Sin entrar en consideraciones políticas e ideológicas, y mucho menos en la guerra interna que desangra al PSOE, el editorial publicado en la edición del 29 de septiembre tira por la borda el descomunal crédito que por méritos propios se ha labrado su diario a lo largo de cuatro décadas entre las grandes cabeceras nacionales e internacionales. No, no son formas. No, no todo vale. Si han decidido tomar partido por uno de los contendientes en esta batalla es una opción muy respetable. Pero si han optado por los navajazos en el costado, por el recurso al insulto, por la descalificación gratuita, permítame que me baje en marcha".
Otro lector, Alex Dorado Nájera, señala: "Pueden llevar una línea editorial diferente a la que me gustaría, pero lo que no pueden es insultar a una persona que representa lo que opinamos muchos votantes, porque nos está insultando a todos".
Joan Milà, suscriptor del diario, me anuncia su baja "con pena", y escribe: "Me encuentro dentro del segmento de opinión que consideraba la necesidad de reconocer que el PP había conseguido -después de las segundas elecciones- un resultado que, en aras de la estabilidad del país, merecía una abstención. Pero, como no podía ser de otro modo, mantenía la fidelidad como militante a Pedro Sánchez puesto que nadie, y reitero nadie, dentro de los órganos de dirección del PSOE había defendido públicamente la abstención". El lector deplora que el editorial dedique a Sánchez calificativos "rayanos en el insulto", y concluye: "Si se digna a repasar los editoriales de los últimos 40 años estoy seguro de que no encontrará el encono y la mala fe que transmite . Me pregunto si Rajoy o Aznar han recibido jamás las descalificaciones que contiene dicho editorial".
Ya que el lector me lo sugiere, he hecho un rápido rastreo y le puedo asegurar que Pedro Sánchez no es la única víctima de los excesos verbales en que han incurrido algunos editoriales de este diario. Y en lo que respecta al expresidente José María Aznar, le hemos llamado "tóxico", sin ir más lejos, en el titular de un editorial del 26 de mayo de 2013, donde se decía que tras abandonar La Moncloa: "[siguió] escupiendo frases y adoptando modales que si no fueran patéticos resultarían ridículos".
Un número inferior pero significativo de correos se refiere al titular Sánchez se atrinchera tras su cese , que ocupaba las cinco columnas de la portada del diario del jueves. Es el caso del que me envió un lector, Jesús Bermejo, en el que se declara en desacuerdo total con el titular. "Sánchez no ha cesado", escribe. "Quienes han dimitido en la comisión ejecutiva intentaban dar un golpe de mano para que Sánchez cesase, pero no lo han logrado". Los titulares de portada son responsabilidad del director, y en su nombre, del director adjunto. La celeridad con que se han sucedido los acontecimientos me ha impedido obtener explicaciones de ninguno de ellos.
Los lectores pueden seguir la actualidad de esta sección en el blog Defensora del Lector y escribirle al correo defensora@elpais.es
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