El peligro de volver a Irán para ver a la familia
Una decena de iraníes con doble nacionalidad han sido detenidos durante el último año
Cinco años de cárcel. Tal ha sido la sentencia que ha recibido Nazanin Zaghari-Ratcliffe, una británico-iraní de 37 años, detenida en Irán desde principios de abril. ¿El motivo? No está claro. Como en otra decena de casos de iraníes con un segundo pasaporte detenidos durante el último año, las autoridades judiciales aluden a “asuntos de seguridad nacional” y los juicios se llevan a cabo en secreto.
La irano-francesa Nazak Afshar, de 58 años, fue aprehendida en marzo al llegar a Teherán para visitar a su madre enferma. Pocas semanas después era condenada a seis años de prisión, aunque quedó en libertad bajo fianza. La mujer estuvo acusada de espionaje en 2009, aunque pudo abandonar el país gracias a la intervención de la Embajada francesa donde trabajaba. Pero ese tipo de mediación es extremadamente difícil, ya que Irán no reconoce los segundos pasaportes. Eso hace muy vulnerables a aquellos iraníes que se han nacionalizado en otro país y a los que el Gobierno de Hasan Rohaní intenta atraer para impulsar el desarrollo. El Departamento de Estado norteamericano, que tiene al menos a tres ciudadanos detenidos, advierte del peligro en su página web.
Además, no todos logran la libertad bajo fianza, o siquiera son juzgados. Siamak Namazi, un consultor con doble nacionalidad iraní y estadounidense, de 44 años, está tras las rejas desde octubre de 2015. Cuatro meses después encarcelaron a su padre, Baqer Namazi, de 80. En ninguno de los dos casos se conocen los cargos.
Tampoco la familia de Bahman Daroshafaei, un periodista irano-británico, ha logrado averiguar quién le apresó el pasado 3 de febrero y de qué se le acusa. Otros detenidos este año son Homa Hoodfar, una antropóloga social irano-canadiense, y el irano-estadounidense Robin Reza Shahini. Sus identidades fueron reveladas por sus allegados, ya que a menudo las autoridades solo dicen que se trata de una persona con “doble nacionalidad”. En agosto, el jefe del poder judicial anunció el arresto de “dos personas vinculadas con el negocio del arte” cuyos nombres no han trascendido.
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