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Cámaras para mostrar al mundo el Sáhara Occidental

Vídeos y redes sociales. Un colectivo de 20 activistas saharauis forman Equipe Media. Graban desde las azoteas y denuncian la disolución por la fuerza de las manifestaciones

Las armas de estos periodistas ciudadanos de El Aaiún son las HandyCam y el signo de la victoria.
Las armas de estos periodistas ciudadanos de El Aaiún son las HandyCam y el signo de la victoria.EGD
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Ahmed, Nazha, Abdati y Said se reúnen en casa de uno de los cuatro, pero piden no desvelar en cuál para evitar que la policía marroquí les detenga y les interrogue. Eso "como mínimo", según sus propias palabras. “A partir de ahí, puede pasar de todo: intimidaciones, golpes, torturas…”, afirman.

Los cuatro forman parte de Equipe Media Sahara, un grupo de activistas saharauis que lucha contra el bloqueo informativo sobre la ciudad de El Aaiún y el resto de territorios ocupados por Marruecos en el Sáhara Occidental desde que se decretara el alto el fuego entre el país alauita y el Frente Polisario en 1991, a la espera de la celebración de un referéndum de autodeterminación. Las cámaras de vídeo y las redes sociales son sus armas. Las azoteas, sus refugios.

“Nacemos en 2009 como resultado de la Intifada pacífica de 2005. Grabamos las manifestaciones, las cargas policiales, las detenciones ilegales, los allanamientos de casas… Con imágenes de vídeo y fotos queremos desmentir la propaganda marroquí, apoyada por Francia, que afirma que aquí viven muy bien los saharauis y que se respetan los Derechos Humanos. No es así y por eso no quieren que el mundo lo vea”, comenta Ahmed Ettanji, de 27 años, cofundador y presidente de Equipe Media.

“Somos el único medio de comunicación de resistencia en los territorios ocupados que trabaja sobre el terreno. Somos el brazo mediático de la resistencia civil pacífica saharaui”, afirma Nazha El Khalidi. Ella es una de las ocho mujeres del núcleo estable de 23 personas de Equipe Media. El 90% de sus integrantes tiene entre 18 y 30 años y alguno ya ha superado los 40.

Su trabajo es clandestino y cuenta con una figura imprescindible: los cámaras. “No podemos estar siempre presentes en la calle en las manifestaciones y por eso hemos buscado una forma de denunciar las agresiones marroquíes subiéndonos a las azoteas para grabarlas en vídeo. Estamos consiguiendo denunciar su violencia con un medio no violento”, explica Ahmed.

Graban las manifestaciones, las cargas policiales, las detenciones ilegales, los allanamientos de casas.
Graban las manifestaciones, las cargas policiales, las detenciones ilegales, los allanamientos de casas.EGD

Los activistas que desempeñan esta labor intentan encontrar cobijo en casa de una familia saharaui, hablar con el dueño y que les dé permiso, pero en ocasiones deben asumir riesgos más grandes y se suben a azoteas marroquíes. Entonces, la forma física es fundamental. “Tenemos que ser ágiles y rápidos para llegar a nuestra posición y, si tenemos que escapar de la policía, mucho más. Alguna vez me ha tocado saltar de casa en casa hasta despistarles”, cuenta Said, cámara y taekwondista que formó parte de la primera delegación de la República Árabe Democrática Saharaui (RASD) en los Juegos Africanos, el pasado septiembre de 2015 en Brazzaville, capital de la República del Congo.

La policía marroquí busca en las azoteas

“Lo primero que inspecciona la policía son las azoteas. Por eso, tenemos un plan de seguridad y necesitamos coordinarnos a la perfección. Hay veces que si la manifestación es a las 17.00 horas nuestros compañeros ya están subidos a las 12.00 y han llegado a dormir la noche anterior para evitar las redadas. Y otros les hacen la cobertura, les abren paso y están vigilando para avisarles de si llega alguna patrulla cerca de su posición”, dice Ahmed.

“Con las redes sociales tenemos un margen de libertad para dar a conocer nuestra causa y nuestro sufrimiento”

Otra forma no menos audaz es grabar dentro de la manifestación con cámara oculta o móvil. Ahí tienen cierta ventaja las mujeres, gracias a su vestimenta tradicional, la melfa, ese pañuelo colorido y estampado con el que envuelven su cuerpo y cubren su pelo. “Sí, podemos esconderlas mejor, pero es complicado. Hay mucha policía secreta en las manifestaciones y tienes que ir de un lado a otro corriendo para que no te detengan”, asegura Nazha, quien se encarga de poner la voz en off en los reportajes y también presenta las noticias de Equipe Media.

Ahmed pone otro ejemplo: “Hay compañeros que han grabado desde un bicicleta paseando por las manifestaciones con cámaras escondidas o móviles. Pues en la siguiente concentración, la policía marroquí ha detenido a todos los que iban en bici por la calle. Tenemos que ser creativos e ir siempre un paso por delante”.

Tres cámaras y tres ordenadores

No les sobran los recursos. Solo cuentan con tres cámaras de vídeo en El Aaiún. “Las cámaras que usamos son HandyCam porque para nosotros lo más importante es que tengan un buen zoom porque no podemos acercarnos. Importa la calidad, pero lo primordial es que tengan un zoom largo. Yo he aprendido grabando. Nadie me ha enseñado”, afirma Said (28 años).

Esas imágenes llegan a la redacción, si así se puede llamar a la casa que toque ese día como sede, en la que juntan, sentados en el suelo, los tres ordenadores portátiles y personales con los que trabajan. Solo es imprescindible que el punto de reunión tenga wifi.

Abdati Ramdan, es uno de los veteranos de Equipe Media y también un referente porque fue uno de los primeros detenidos y estuvo desaparecido durante seis meses después del alto el fuego de 1991. “Yo no voy a las manifestaciones. Nuestro trabajo es otro. Estoy en el equipo de redacción y traduzco las noticias del árabe, al español y al francés. Además, estamos en contacto telefónico permanente con nuestros compañeros sobre el terreno y nos van contando si la policía carga, cuántas furgonetas de intervención han venido, si detienen a alguien… Tenemos que ser rápidos para publicar la información cuanto antes en Internet porque cuanto antes llegue, antes se difundirá y será más complicado que Marruecos la cape o la bloquee”.

Tampoco ha recibido formación periodística, aunque es Licenciado en Sociología por la Universidad de Mohammedia, al norte de Casablanca. “Aprendemos sobre la marcha, viendo tutoriales en Internet”, comenta Abdati a sus 42 años.

Además de colaborar con Equipe Media, Nazha es la corresponsal de RASD TV —la televisión oficial saharaui— y fue la segunda mujer en mostrar sus rostro en pantalla en los territorios ocupados, en 2010, después de su hermana Hayat, también periodista por necesidad. Como el resto de compañeros, ninguna de las dos ha recibido preparación académica específica. “Nos hemos curtido en el día a día. Hemos aprendido a estar delante de las cámaras con la experiencia”, reconoce esta saharaui de 24 años en un perfecto inglés que le sirve también para hacer de traductora.

El poder de las redes sociales

El otro gran poder de Equipe Media es la utilización de las redes sociales, llámese Youtube, Facebook o Twitter, como reconoce Abdati Ramdan. “Nos hemos concentrado en los medios alternativos de Internet porque son más difíciles de controlar por Marruecos. Pueden hackearnos, pero la información ya estará circulando. Tenemos un margen de libertad para dar a conocer nuestra causa y nuestro sufrimiento”.

Trabajan con HandyCam, mucho zoom y graban desde las azoteas

“Las redes sociales son tan importantes que Marruecos atacó nuestra página de Facebook, en la que ya teníamos más de 20.000 seguidores, con notificaciones denunciándonos por mostrar contenido violento y nos la echaron abajo. ¡Claro que mostrábamos contenido violento! ¡El que ejercen ellos sobre los saharauis! Hemos tenido que empezar de cero, pero nos estamos recuperando”, asegura Ahmed.

En la red social de Mark Zuckerberg suman en estos momentos algo más de 2.000 seguidores y en Youtube casi siete millones de visualizaciones. El presidente de Equipe Media añade: “La visibilidad que estamos consiguiendo nos está dando credibilidad para demostrar que Marruecos no respeta los Derechos Humanos de los saharauis”.

Una prueba de esta garantía es que Amnistía Internacional y Human Rights Watch les utilizan como fuente de información en sus informes o que colaboran con organizaciones como el Robert F. Kennedy Center for Justice & Human Rights y Witness (Human Rights Video).

“Los redes sociales son una gran oportunidad y se han mostrado cruciales en movimientos como las Primaveras Árabes. Es algo que tenemos que exprimir”, sentencia Nazha.

Riesgos asumidos

Los peligros a los que se exponen son grandes: la RASD denuncia que permanecen desaparecidos 651 saharauis y que en las cárceles marroquíes están retenidos todavía 50 presos políticos, sin haber sido sometidos a un juicio con las garantías procesales mínimas.

Sin embargo, Ahmed Ettanji reconoce que asumen los riesgos porque solo tienen dos opciones: “Aceptar la ocupación marroquí y vivir como un esclavo en mi propio país o luchar por nuestra libertad. Lo mínimo que nos puede pasar es que nos confisquen el material, que destruyan el equipo, que nos detengan y que nos interroguen para que denunciamos a otros compañeros. A partir de ahí, todos hemos sufrido torturas, golpes o intimidaciones. Yo he sido detenido más de 20 veces, me han pegado, me han desnudado, me han echado por encima agua helada y he tenido que dormir sobre el suelo frío, me han puesto vendas negras en los ojos… También hay discriminaciones menos violentas como que te retrasen los permisos para estudiar solo por ser saharaui, como me ha ocurrido los últimos tres años. [Ahmed acaba de empezar el primer curso de Literatura Española en la universidad]“.

“La gente me dice que somos héroes por hacer lo que hacemos y que ayudamos a los saharauis a ser más valientes. Nuestro trabajo es muy valioso y eso nos anima a seguir”, reconoce Abdati.

La policía de intervención marroquí empieza a disolver una manifestación saharaui.
La policía de intervención marroquí empieza a disolver una manifestación saharaui.Equipe Media

Las dificultades son, según el Informe Anual 2015/2016 de Amnistía Internacional, las siguientes: “Las autoridades marroquíes perseguían a los activistas saharauis que defendían la autodeterminación del Sáhara Occidental y denunciaban abusos contra los Derechos Humanos. Dispersaron concentraciones usando fuerza, a menudo excesiva, y enjuiciaron a manifestantes. Algunos presos saharauis se declararon en huelga de hambre como protesta contra la tortura y otros malos tratos. Las autoridades también restringían el acceso de defensores y defensoras de los Derechos Humanos, activistas y periodistas extranjeros al Sáhara Occidental, prohibiendo entrar a algunos y expulsando a otros”.

Human Rights Watch manifiesta en su Informe Mundial sobre Marruecos y el Sáhara Occidental de 2015 que las autoridades "prohibieron todas las reuniones públicas consideradas hostiles a la norma impugnada de Marruecos sobre ese territorio, desplegando una gran cantidad de policías que bloquearon el acceso a los lugares donde se llevarían a cabo las manifestaciones incluso antes de que pudieran reunirse”.

Es necesario subrayar que la MINURSO (Misión de las Naciones Unidas para el referéndum en el Sáhara Occidental), cuyo mandato fue renovado en abril por el Consejo de Seguridad, es la única misión de la ONU en el mundo que no tiene entre sus funciones vigilar el respeto de los Derechos Humanos en el territorio en el que se encuentra. En junio, Marruecos ha aceptado el regreso de 25 miembros del personal civil de esta delegación del total de 73 que fueron expulsados en abril.

Nazha El Khalidi se muestra segura, ilusionada y confiada en que iniciativas como Equipe Media abrirán los ojos a muchas personas en un mundo globalizado por Internet. Los primeros a los que han convencido han sido a los propios saharauis de los territorios ocupados. “La gente ha perdido el miedo. Ahora muchos quieren hablar, hacer fotos y grabar en vídeo porque se han dado cuenta de la importancia de los medios de comunicación para nuestra causa. En los territorios ocupados todos los saharauis somos periodistas”, afirma la joven antes de volver a la reunión con sus compañeros para preparar la próxima manifestación y decidir en qué azotea se van a esconder los cámaras de vídeo.

[Nota del autor: a la Embajada y el Consulado de Marruecos se les ha pedido opinión oficial sobre los activistas saharauis, la prohibición de manifestaciones, el número de desaparecidos y el de detenidos. No hay respuesta]

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