_
_
_
_

Éxodo de los famosos en la Red

La tormenta de insultos hace que las estrellas se cuestionen su permanencia en las redes sociales. Justin Bieber ha sido el último en irse

Los cantantes Justin Bieber y Taylor Swift.
Los cantantes Justin Bieber y Taylor Swift.cordon press

Las redes sociales se han convertido en la plataforma preferida de los famosos para contar a sus seguidores cada paso de su vida. Desde acontecimientos tan importantes como el nacimiento de un hijo hasta eventos tan triviales como contar qué han comido. Pero parece que el compartir su exclusiva vida y recibir críticas a cambio ha empezado a molestar a las estrellas. Así que ya hay celebrities que han decidido poner un candado en sus perfiles o simplemente darse de baja. Todo apunta a que las redes sociales ya no son el paraíso para idolatrar a los más famosos y ahora se han convertido en un espacio de difícil convivencia.

Más información
Justin Bieber cierra su cuenta de Instagram
Taylor Swift, impermeable a los comentarios negativos
La difusa línea judicial del odio en Internet

El último en confirmar esta premisa ha sido Justin Bieber. El cantante, de 22 años, decidió ayer eliminar su Instagram, donde acumulaba casi 78 millones de seguidores y más de 3.700 publicaciones, tras recibir fuertes críticas por subir fotos con Sofia Richie, la que podría ser su nueva novia. Los mensajes de los beliebers le pedían que dejara a su nueva conquista y volviera con Hailey Baldwin. Tras un cruce de mensajes con su exnovia, la cantante Selena Gomez, el canadiense dijo adiós.

Los haters no solo hacen pasar malos ratos a los famosos. Los políticos también han sufrido a los suyos. La última polémica se generó dentro de Twitter, cuando se supo que Dick Costolo, el anterior consejero delegado de la red del pájaro azul, dio la orden interna de frenar los comentarios ofensivos contra el presidente Barack Obama durante una sesión de preguntas y respuestas concertada dentro del servicio. Una práctica habitual en este tipo de encuentros, pero que despertó las quejas de algunos empleados de manera interna —que trascendieron más allá de la sede— por considerar que la petición era una medida censuradora. Este debate es la clave de la encrucijada en que se encuentra la empresa. Bajo la bandera de la libertad de expresión su espacio pierde prestigio por la gran cantidad de improperios que sus usuarios tienen que soportar de los trolls. La lentitud a la hora de decidir qué es una ofensa o si un perfil debe darse de baja ha terminado con colmar la paciencia de algunas estrellas.

Justin Bieber y Sofia Richie, en una de las últimas fotografías publicadas por el cantante en su Instagram.
Justin Bieber y Sofia Richie, en una de las últimas fotografías publicadas por el cantante en su Instagram.

Normani Kordei, del grupo Fifth Harmony, anunció a principios de agostos que abandonaba Twitter por los “horribles comentario racistas” que recibía. En una nota de despedida, explicó los motivos: “Tras pasar los últimos cuatro años bajo el escrutinio mediático, he aprendido a ignorar las críticas y a aquellos a quienes no les gusto. Nunca he intentado negarle a nadie su derecho a tener una opinión, pero en la última semana, y especialmente en las últimas 48 horas, no solo he sido acosada en las redes sociales, sino que he sido acosada con tuits racistas y fotografías tan horribles que ya no puedo seguir exponiéndome a tanto odio”.

El caso de Leslie Jones fue todavía más sangrante. Una de las protagonistas de la nueva Cazafantasmasfue víctima de una campaña en su contra, constante y agresiva. “Dejo Twitter esta noche con lágrimas y gran tristeza. Todo, porque hice una película. Puedes odiar la película, pero toda esta mierda… Mal”, escribió el 19 de julio. Acto seguido, Jack Dorsey, cofundador y consejero delegado de Twitter, le pidió a la actriz que le mandase un mensaje privado. La primera consecuencia de este ataque contra Jones fue la baja permanente del usuario Milo Yiannopoulos. Eliminar el perfil de este conocido provocador que aparece en programas de corte conservador en la televisión de EE UU ha sido una de medida más mediática que efectiva, pero que marca un precedente dentro del amplio margen de tolerancia de Twitter, al que Jones regresaría unos días después.

Por su parte Instagram, propiedad de Facebook y con una curva de crecimiento de usuarios superior a la de Twitter, también ha tenido que tomar una decisión similar. La tormenta de insultos cruzados entre los seguidores del matrimonio West-Kardashian y los de Taylor Swift se ha frenado con una nueva herramienta que filtra comentarios. De momento funciona para famosos con perfiles verificados y permite crear una lista negra de palabras y expresiones malsonantes.

La huida de artistas y estrellas comienza a ser una realidad. Ya lo hicieron las gemelas Olsen, Kate Winslet, Bradley Cooper, Sandra Bullock, Daniel Radcliffe, Julia Roberts, Brad Pitt y Angelina Jolie. Pero no hace falta irse tan lejos. En España estas actitudes también están a la orden del día. Basta con recordar el caso de Raquel Sanz, viuda de Víctor Barrio, torero fallecido el pasado mes de julio, cuyo acoso en redes sociales le ha llevado a recurrir a los tribunales.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Más información

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_