El fracaso definitivo de 'Sálvame' en la final de 'Supervivientes'
El 'reality' de supervivencia de Telecinco ha premiado en esta edición al 'cuñadismo' más que a personas 100% televisivos como Yola Berrocal. El modelo Jorge Díaz resultó ayer ganador, adelantándose a estrellas de la cadena como Mila Ximénez
Más de un espectador tuvo que reprogramar sus tweets viendo el camino que iba tomando la final de Supervivientes 2016. ¿Cómo íbamos a imaginar que Mila Ximénez terminaría quedándose en tercera posición? Llevábamos tanto tiempo escuchando que la colaboradora de Sálvame tenía todas las papeletas para hacerse con el premio de la edición que ya habíamos perdido toda esperanza. ¡Tongo! ¡Tongo!, gritaban algunos desde sus redes sociales antes incluso de empezar la última gala. Así es como se viven los realities en España. Con intensidad, pero sin despegarnos del sofá ni, desde luego, invertir ningún tipo de esfuerzo en votar por nuestro concursante favorito. Opinar es fácil, pero lo de rascarse el bolsillo... Al final, ni sorpasso, ni tongazo, ni nada. Jorge Díaz, el concursante más desconocido, le arrebataba el premio a Yola Berrocal y nos dejaba a todos con dos palmos de narices. ¡Si es que las opiniones de twitter nunca aciertan! ¿Cuándo aprenderemos?
Termina Supervivientes confirmando que a éxito no le gana nadie. Líder de audiencia cada semana, ha conseguido revalidad un liderazgo al que nadie se atreve a hacerle sombra -sobre todo, después de la no tan comentada última edición de GH VIP-. El público quiere ver a los famosos pasando hambre, luchando con los mosquitos y repartiéndose el poco pescado disponible. Nada más placentero que observar el sufrimiento de aquellos que creemos que tienen una vida mejor que la nuestra sin hacer nada para merecerlo. España en estado puro. Y como en la vida real, las filias y fobias de los espectadores -los que aman a Yola, detestan a Mila y viceversa- han terminado dándole la victoria al tercero en discordia, al concursante que menos se ha posicionado en la edición. Pasar de puntillas también tiene sus recompensas. Que se lo digan si no a los candidatos a la presidencia...
Yola ha hecho un concurso estupendo, ha trabajado sin parar y se ha enfrentado a todos sus compañeros.
Ni siquiera el temido efecto Sálvame ha podido dar el vuelco al resultado. Atrás quedan aquellas creencias que consideraban que todo concursante salido del programa de La fábrica de la tele se hacía automáticamente con la victoria del reality. !Nada más alejado de la realidad! Sí, puede que Rosa Benito y Belén Esteban ganasen sus respectivas ediciones de Supervivientes y GH VIP, pero no precisamente por la repercusión ejecutada desde Sálvame -de hecho, fue el programa más duro con el paso de la princesa del pueblo por la casa de Guadalix-. El público vio en ambas la sinceridad del que vive el concurso al límite. Se entregaron en cuerpo y alma y nunca quisieron abandonar. Ahí estuvo su punto fuerte. Transmitieron verdad y ganaron. No ocurrió lo mismo con Rosa Benito en GH VIP, totalmente ausente durante el concurso, ni ha pasado ahora con Mila Ximénez.
La colaboradora se ha quejado sin parar, ha pataleado de forma exagerada, ha pedido abandonar en cada una de las galas y el público le ha castigado. Algo que a la cadena le ha venido estupendamente, claro. Ya son demasiadas críticas sobre sus supuestos tejemanejes en las votaciones -ay, ¡qué duro es no asumir los resultados!-. Más injusto ha sido con Yola Berrocal, deudora de esa pesada herencia de haber nacido en el -mal- llamado mundo freak. La ex Sex Bomb -me dice ven, ven, ven- ha hecho un concurso estupendo, ha trabajado sin parar y sí, se ha enfrentado a todos sus compañeros. Muchos odios acumulados que han ido a parar en forma de votos a favor de Jorge, el modelo. ¿Se le puede quitar el premio a alguien por hacer el garrulo con sus amigos en el plató? Por favor, #StopCuñadismos.
Ahora, si hay un claro vencedor en todo este tinglado, ese es Jorge Javier Vázquez. Gran parte del éxito de la edición descansa sobre sus hombros. Su pericia y su rapidez consiguen hacer amena una pesada gala de cuatro horas de duración. Todos estamos esperando sus comentarios, sus guiños y sus dobles sentidos. Solo él podía haberle dado la vuelta al desnudo imprevisto de Suso durante una de las recompensas. Asumámoslo, no hay presentador mejor en la televisión actual -¿dónde están los que se rasgaban las vestiduras con su Ondas?-. Éste sí es el efecto Sálvame y no el de los votos. Gracias al programa y al trabajo de Jorge Javier, los presentadores en España han tenido que ponerse las pilas. Por fin hemos entrado en el siglo XXI televisivamente hablando. ¡Y ya era hora!
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.