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Tribuna
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El arbitraje sobre el Mar de China carece de validez

Dejarse de controversias favorecerá la cooperación entre los países del mar Meridional

Un guarda chino frente a una bandera de la UE.
Un guarda chino frente a una bandera de la UE.THOMAS PETER (REUTERS)

La comunidad internacional ha sido informada del “fallo final” sobre el polémico “arbitraje sobre el mar Meridional de China”. Dado que este arbitraje viola el derecho internacional tanto en contenido como en procedimiento, el fallo carece de toda validez jurídica. China rechaza cualquier coacción que se ejerza para obligarle a aceptar el arbitraje. El asunto referido en el arbitraje es en esencia la disputa entre China y Filipinas por la soberanía sobre las islas del mar Meridional de China.De cara a esta disputa, los importantes hechos fundamentales no pueden ser ignorados:

En primer lugar, antes de la década de los 70 del siglo pasado, la comunidad internacional no tenía ninguna objeción al hecho de que China poseía la soberanía sobre las islas del mar Meridional de China. En segundo término, de los años 70 del siglo pasado a esta parte, algunas de esas islas han sido ocupadas ilegalmente durante largo tiempo. Y finalmente, partiendo de la necesidad de mantener la estabilidad regional, China siempre ha mantenido una actitud muy moderada, pero esto no puede interpretarse de ningún modo como aprobación tácita del abandono de su soberanía sobre las islas ocupadas.

Cabe señalar que la soberanía territorial sobre islas no es un tema sometido a la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CDM). En los artículos 280, 281 y 283 de la Convención se fomenta la solución de controversias marítimas mediante negociaciones entre las partes.

China firmó la CDM en 1982, y a la luz de las disposiciones de su artículo 298, hizo pública una declaración en la que anunció, respecto a las controversias de delimitación marítima, la excepción de la aplicación del arbitraje y otros procedimientos de solución obligatoria. Más de 30 países, incluida España, han hecho este tipo de declaraciones de excepciones opcionales. Haciendo caso omiso de estos hechos y de los principios jurídicos, el tribunal de arbitraje sobre el mar Meridional de China ha intervenido arbitrariamente en esta controversia territorial entre China y Filipinas, lo que perjudica el derecho de los Estados signatarios de la CDM a elegir libremente la forma de solución de las controversias, así como la integridad y la autoridad de la CDM. Con anterioridad al arbitraje, el Gobierno chino ha reiterado en muchas ocasiones que no lo aceptará ni participará en él. Esta posición, que contribuye a mantener con firmeza la autoridad del derecho internacional y de la imparcialidad judicial, no ha cambiado ni va a cambiar.

Para abordar las controversias de delimitación territorial y marítima, China adopta una actitud responsable y constructiva, que puede resumirse en tres principios fundamentales:

El Gobierno chino ha reiterado que no aceptará el arbitraje ni participará en él

El primero es solucionar las controversias por medio de negociaciones. El Gobierno chino siempre aboga por basarse en los hechos históricos para solucionar con el país en cuestión las territorialidades superpuestas, de acuerdo con el derecho internacional y por medio de negociaciones. A partir de los años 60 del siglo pasado, China ha solucionado el problema fronterizo con 12 de los 14 países vecinos que limitan por tierra con ella, trazando líneas fronterizas de 20.000 kilómetros, que representan el 90% de las fronteras terrestres del país. Además, China y Vietnam han podido delimitar, mediante negociaciones, parte de las fronteras marítimas. Estos ejemplos son muestras de la política exterior de amistad y buena vecindad que aplica China respecto a los países circundantes, así como su cumplimiento y defensa del derecho internacional.

El segundo es gestionar y controlar las controversias mediante normas y mecanismos. En este aspecto, son muy importantes la firma en 2002 de la Declaración de Conducta de las Partes en el Mar de la China Meridional, por parte de China y los diez países miembros de la ASEAN, así como los trabajos relacionados con su implementación. Desde hace más de diez años, las partes en cuestión han realizado una continua labor en tres aspectos: la aplicación integral y eficaz de la Declaración, la cooperación pragmática marítima y la negociación sobre las normas de conducta en el mar Meridional de China. La aplicación de la Declaración por parte de China y ASEAN y la negociación sobre las normas de conducta se han convertido en canales importantes y plataformas eficaces para que todas las partes gestionen y controlen las discrepancias y desarrollen la cooperación.

El tercero es dejar de lado las controversias y cooperar en la explotación. China se pronuncia por fomentar la cooperación regional, de modo que todas las partes en cuestión se beneficien de ella e incrementen la confianza mutua, sentando así buenas bases para la solución final de las controversias. Por iniciativa propia, China ha formulado la elaboración de “políticas preventivas de gestión y control de riesgos marítimos”, incluyendo la apertura de dos líneas calientes: una diplomática para contingencias marítimas y la otra para salvamento marítimo conjunto, ambas destinadas a reforzar la comunicación entre los países de la región. China ha creado especialmente el Fondo de Cooperación Marítima China-ASEAN, bajo cuyo marco se han desarrollado más de 40 proyectos de cooperación.

En resumen, China desea unirse a los países en cuestión para mantener conjuntamente la paz y la estabilidad del mar Meridional de China, para que sea realmente un mar de paz, de cooperación y de prosperidad.

Lyu Fan es el embajador de China en España.

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