_
_
_
_
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Más risas

Se está formando un elegante club internacional de patriotas en harapos

Félix de Azúa
Nigel Farage, líder del UKIP
Nigel Farage, líder del UKIPMARY TURNER / Getty

La semana pasada resonó en toda Europa el estruendo de una carcajada, la de un dios idiota que se está apoderando del mundo por falta de lecturas. Lo que provocó la hilaridad divina fue constatar que una mayoría de idiotas británicos había elegido lo peor para sus hijos y nietos. Había triunfado una pareja de payasos, Boris y Farage, en el lugar donde durante siglos se había refugiado la racionalidad, la inteligencia, el humor y el sentido común de Europa. Cuando las otras naciones enloquecían e iniciaban cruzadas carniceras, la Gran Bretaña conservaba su sangre fría. Hemos perdido más que un aliado, hemos perdido un modelo.

Sin embargo, durante el fin de semana la sonrisa se le heló en la boca al dios idiota. Frente a lo que vaticinaban las encuestas, Podemos, el partido tercermundista de España, perdió un millón de votos. Sólo obtuvo buenos resultados en las dos regiones más decadentes del país, Cataluña y las provincias vascongadas. Lugares que, como Inglaterra, habían sido modelos culturales y económicos en el pasado, en la actualidad son el último refugio donde parte de la población aún quiere creer las mentiras chavistas: prefiere vivir en el sueño de los engañados antes que despertar a la realidad.

La tercera carcajada está en ciernes y es la peor de todas. Trump visitó Reino Unido para festejar a quienes van a dejar de ser europeos. Es lógico. Trump forma un trío irresistible con la pareja artística de Boris y Farage. También los de Podemos nos querían sacar de la Unión Europea y así lo declararon en Bruselas, aunque ahora lo nieguen. Un propósito consecuente con el nacionalismo religioso de los separatistas catalanes y vascos. Se está formando un elegante club internacional de patriotas en harapos.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Félix de Azúa
Nació en Barcelona en 1944. Doctor en Filosofía y catedrático de Estética, es colaborador habitual del diario El País. Escritor experto en todos los géneros, su obra se caracteriza por un notable sentido del humor y una profunda capacidad de análisis. En junio de 2015, fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "H".

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_