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Zuckerberg echa a sus inquilinos para ampliar su casa

El fundador de Facebook reconstruirá y hará más pequeñas las residencias aledañas a la suya, que también son de su propiedad

Mark Zuckerberg, el pasado abril durante una conferencia en San Francisco.
Mark Zuckerberg, el pasado abril durante una conferencia en San Francisco.Eric Risberg (AP)

Palo Alto es un lugar en el que se puede ir a la tienda de Apple y encontrarse con Tim Cook, el consejero delegado de la empresa, o hacer la compra en el mismo supermercado que los actores James Franco o Michelle Pfeiffer. Es relativamente sencillo cruzarse con los fundadores de Google, la viuda de Steve Jobs o el creador de Oracle, Larry Ellison. En el registro de la ciudad figuran más de 10 'milmillonarios', los denominados billionaires según la nomenclatura estadounidense. Es un lugar silencioso y extraordinariamente normal. Nada desentona. Ninguna casa es más alta que otra. La cuestión es que se evita hacer ostentación. Este hecho, que parece fortuito, está estudiado y forma parte del juego.

Una norma no escrita que está costando a Mark Zuckerberg un quebradero de cabeza. Tanto que el creador de la mayor red social del mundo ha tenido que hacer públicos sus planes de reforma. Con la llegada de la pequeña Max el pasado noviembre, su primera hija con Priscilla Chan, ha dejado de lado su último capricho, una casa cerca del lugar de encuentro de los jóvenes en San Francisco, Dolores Park, para volver a tener como base de operaciones su residencia cerca de la sede de Facebook. El problema que tiene ahora es que para poder hacer una obra o cambiar la casa los vecinos deben aprobarlo. Es normal organizar el equivalente a una merienda con los habitantes de las casas de la urbanización para mostrar con planos, e incluso con maquetas, cómo será la nueva construcción del barrio. Nadie quiere que llame mucho la atención, ni por exceso, ni por defecto. Tampoco que le quite luz a la suya, que atraiga a curiosos o que sea estridente.

La residencia de Mark Zuckerberg en Palo Alto (San Francisco).
La residencia de Mark Zuckerberg en Palo Alto (San Francisco).cordon press

Según la documentación oficial presentada el 16 de mayo a las autoridades, Zuckerberg, de 32 años, quiere demoler las cuatro casas de los vecinos. “La cantidad de metros cuadrados construidos será menos, pero los nuevos edificios y sus jardines se integrarán con los jardines y el resto del barrio”, se detalla. En el último año los inquilinos han ido abandonando las casas de modo que no se sabe si, suponiendo que se apruebe el plan, volverán a las casas nuevas, vendrán otros o si el joven visionario tiene otros planes. Crescent Park Neighborhood Association, como se llama el conjunto de vecinos de la urbanización, todavía no se ha pronunciado al respecto. En el último extremo, Zuckerberg tendría que ir al Ayuntamiento para persuadir a los residentes del pueblo en el que nadie desentona.

En el caso de Zuckerberg se da una circunstancia especial. Cuando su fama comenzó a poner en peligro su seguridad y privacidad decidió comprar las cuatro casas de su manzana. Convenció a los anteriores dueños para que pasasen a ser inquilinos. Él sería el casero. De este modo, ganaba su complicidad. Si ya le conocían de antes, ¿por qué le traicionarían? ¿Qué interés tendrían en contar a la prensa y curiosos cómo es su vida privada? El plan, salvo por un vecino, funcionó. Mircea Voskerician, el único rebelde, le quiso denunciar por no ayudarle con su start up. Él esperaba contactos y presentaciones a cambio de su silencio. La compra de la parcela completa de las casas se cerró por 30 millones de dólares en 2013. En 2011 ya había pagado siete millones por la suya.

It's good to be back home after a busy week traveling! My next book for A Year of Books is The Rational Optimist by...

Posted by Mark Zuckerberg on Monday, September 28, 2015

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