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Tentaciones
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¿Por qué no ha triunfado 'la llamada' del Señor en la televisión?

El programa 'Quiero ser monja' se ha despedido con la audiencia bajo mínimos. Los conventos no parecen haber quedado contentos con el resultado y la mayoría de las concursantes no ha seguido los pasos de su fe

Quiero ser monja empezó por todo lo alto. Lideró Twitter como tema de discusión y, además, acaparó una gran audiencia deseosa de ver un programa tan marciano en el que una chicas de nuestra época debían decidir si se metían a monjas. Al día siguiente, prácticamente nadie hablaba de otra cosa. Una de las novicias tenía novio, otra iba a echar mucho de menos el maquillaje, otra no concebía estar sin su móvil... Sin duda, aquello era carne de reality.

Sin embargo, solo unas semanas después, el programa de Cuatro se ha ido desinflando y ha llegado a su final, el pasado domingo, con apenas un 4% de audiencia. Aunque comenzó con buenos datos, no puede dejar de considerarse un fracaso de audiencia. ¿Y qué ha pasado con la vocación religiosa de las chicas? Pues que podría considerarse otro chasco...

Fernanda, una de las concursantes.
Fernanda, una de las concursantes.

Como quizás muchos espectadores podrían imaginarse desde el primer programa (incluso hay quien dijo que parecían más concursantes de Mujeres y Hombres y Viceversa), pocas de ellas han decidido tomar los hábitos. De las cinco concursantes solo dos continuarán con su vocación religiosa, mientras que las otras tres seguirán con su juventud al margen de un convento.

Paloma es quizás el caso más destacado.  Esta joven de Almería, con tan solo 20 años y estudiante de Educación Social decidió en el último programa que vestiría el hábito. ¡Y que se iría a la selva de misionera! En su caso, el reality no parece tener un gran mérito, ya que en la primera entrega ya dijo cosas como "siento que Cristo es mi hombre. Para mí está vivo y me he enamorado de él. Esta prueba la hago por amor”. Vamos, que la vocación ya la llevaba.

Fernanda es el otro caso en el que la llamada del señor ha triunfado. “La locura de Jesús es dejarlo todo por amor. Yo quiero seguir esa locura”, decía al comenzar el reality. Otro caso en el que el programa no parece haber hecho demasiado.

Las otras tres concursantes han sido Juleysi, de 20 años y estudiante de moda, y las hermanas (no por ser monjas, si no porque son de la misma familia) Janet y Jaqui. Ninguna de ellas ha seguido en el convento. De hecho, la primera hasta ha vuelto con el novio que tenía antes de entrar en el programa y las otras dos ya dijeron en la primera entrega que una de las cosas que más les iba a costar era renunciar al maquillaje y a toda su ropa.

El escaso éxito del programa se ha unido además a cierta polémica con alguno de los conventos en los que se ha rodado. Desde convento de Hijas de Santa María de Leuca (en San Lorenzo de El Escorial) donde se grabaron parte de los capítulos, han llegado a decir a varios medios que "no era lo que esperaban" y que "es la primera y la última vez que se graba un programa de televisión en el convento”. Y todo eso a pesar del tono, bastante blanco y respetuoso con la religión que el programa tuvo desde un principio y al que muchos achacan su fracaso. ¿Quizás quedarse a medio camino entre la parodia y el programa religioso ha sido su error? Lo sabremos si alguna cadena siente 'la llamada' y se atreve a recuperar el formato...

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