La conciliación empieza en la oficina
El barómetro del CIS de marzo de 2014 refleja que al 45% de los españoles le resulta difícil realizar sus tareas familiares
Cuando Mariano Rajoy prometió en abril medidas para que la jornada laboral acabe a las 18 horas, los titulares no se hicieron esperar. Qué emoción. Quedarían fuera de esta promesa preelectoral sectores como la hostelería, servicios, sanidad y comercio, por poner algunos ejemplos. Es decir, solo si usted trabaja en una oficina podría verse beneficiado por esta hipotética medida -que también defienden otros partidos políticos- y solo se aplicaría si el empresario la acepta. El resto de trabajadores con y sin hijos tendrán que seguir haciendo acrobacias horarias para conciliar vida laboral y personal.
"El barómetro del CIS de marzo de 2014 refleja que al 45% de los españoles le resulta difícil realizar sus tareas familiares y un 36,6% dispone de menos de tres horas libres al día. En Dinamarca, la diferencia de horas dedicadas a sus hijos entre madres y padres es de tres horas semanales. En España esa diferencia asciende a 18 horas semanales. Con el sambenito de que 'Spain is different' no me parece que debamos aceptar la duplicidad de la jornada laboral con esos almuerzos de dos horas. Si son necesarios para ministros o altos empresarios, lo entiendo, pero la gran mayoría de los españoles no son ministros y no necesitan dos horas para comer", señala José Luis Caseros, presidente de la Comisión Nacional para la Racionalización de los Horarios Españoles, ARHOE.
Trabajadores insatisfechos y menos productivos
España es la rara avis en la Unión Europea con los salarios más bajos y las jornadas laborales más largas. De hecho, somos observados con cierta curiosidad por países más avanzados en esta materia. "Nunca he logrado entender cómo pueden compaginar los horarios laborales españoles con almuerzos de dos horas y vida familiar", afirma Cecilia Julin, embajadora de Suecia en España y organizadora del seminario 'Hacia un nuevo paradigma empresarial: liderazgo, igualdad y conciliación'. La respuesta a esta duda es tan dolorosa como simple: en España sobrevivimos a este sistema porque desciende el número de hijos al mismo ritmo que aumentan las bajas por estrés y las recetas de ansiolíticos. Las estadísticas nos sitúan entre los países que más horas trabaja y menos productivo resulta. Es decir, la cultura del "presentismo" y calentar la silla es un error, por mucho que los empresarios crean que un empleado "presentista" está más comprometido con la empresa. No, lo que está es temiendo que si no se queda hasta el cierre, su puesto de trabajo peligre. Según un informe del IESE Business, las empresas que concilian vida familiar y laboral consiguen trabajadores más implicados y satisfechos, un 19% más productivos y con una reducción del 30% del absentismo laboral.
El Barómetro Edenred Ipsos advertía en 2015 que el 41% de los trabajadores españoles no está satisfecho con la conciliación laboral y familiar. De hecho, cuando acude a una entrevista de trabajo prioriza los horarios y el buen ambiente por encima de otras características del puesto. Al menos en intenciones nos parecemos a Suecia. "En un reciente sondeo entre jóvenes estudiantes suecos a punto de salir al mercado laboral descubrimos que prefieren la flexibilidad horaria antes que más salario. Con la tecnología digital podemos trabajar fuera de la oficina y no perder de vista que los hombres también se encargan de la vida familiar", apunta la embajadora Julin. Su país es líder en igualdad de género, con 480 días de permiso parental por nacimiento o adopción a compartir entre los progenitores, aunque todavía los padres solo consumen una cuarta parte del tiempo asignado. Ha surgido incluso el debate sobre si se debería obligar a los hombres a coger el permiso -para lograr un reparto equitativo de las tareas familiares- o dejar que lo decida la pareja. Suecia ha demostrado que económicamente su sistema funciona. "Para crear una cultura empresarial basada en la innovación y en ideas creativas de liderazgo no podemos desperdiciar el talento de las mujeres en casa que podrían seguir trabajando y contribuyendo al crecimiento económico", considera Julin.
Compromiso empresarial con la conciliación
En el sector privado, las grandes multinacionales tecnológicas han sido pioneras en tomar medidas contra la brecha entre hombres y mujeres en el trabajo. Twitter en Estados Unidos acaba de ampliar sus beneficios parentales -para que los hombres puedan disfrutar de 20 semanas de permiso- que entrarán en vigor a partir de mayo. Desde julio se ampliará a todos sus empleados a nivel mundial. Sin importar el país, huso horario, clima, costumbres o cultura: si trabajas en Twitter concilias, punto. ¿Más ejemplos? Las empresas Amazon, Spotify, Facebook y recientemente Ebay se han sumando a las mejoras de prestaciones parentales. De hecho, Ebay -que acaba de aprobar 24 semanas para las mamás con 80% del sueldo y 12 semanas para los papás con el 100%- da un paso más allá y desde 2016 ha puesto en marcha el programa 'Family Care Leave' que otorga hasta 12 semanas de permiso y salario completo a trabajadores que tengan que cuidar de un familiar enfermo.
Otra empresa en la que uno desearía trabajar es Wolters Kluwer España, que recientemente ha recibido el Premio ARHOE (entregado por la Asociación para Racionalizar los Horarios Españoles) por sus medidas de conciliación. Este premio ha recaído en anteriores ediciones en compañías como MRW, Iberdrola, Repsol y Mutua Madrileña, entre otras empresas. Para Wolters Kluwer -implicado en iniciativas como #HeForShe, Red Más Humano o Fundación MásFamilia- el premio es un aliciente a continuar con su política de integración social y laboral. "Nosotros no creemos en la productividad horaria: la gente es más productiva y creativa cuando se relaja, cuando intercambia ideas con compañeros. Mucho más que cuando llegan estresados porque no han podido llevar al niño al médico", advierte Vicente Sánchez Velasco, CEO de Wolters Kluwer. Iniciativas como el teletrabajo, jornadas intensivas, flexibilidad de horarios -que permiten entrar o salir con un margen de hora y media para llevar a los abuelos al médico o asistir a tutorías y funciones escolares- y política de luces apagadas (a las 20 horas se desaloja el edificio como si fuera un simulacro) han demostrado que la conciliación es posible y rentable. Todos los partidos políticos han incluido en su programa medidas para legislar sobre este asunto. Padres, madres y singles trabajadores están esperando a ver en qué quedan las promesas preelectoral.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.