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“Las mujeres son víctimas en todas partes del mundo”

La fotógrafa Patricia Willocq retrata a las estigmatizadas víctimas de violaciones y los hijos nacidos de ellas en República Democrática del Congo para destacar su fortaleza y dignidad

Esther, protagonista del proyecto fotográfico 'Look at me, I am beautiful'.
Esther, protagonista del proyecto fotográfico 'Look at me, I am beautiful'.Patricia Willocq
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El trabajo de la fotógrafa Patricia Willocq, que nació y creció en República Democrática del Congo (RDC), es conocido principalmente por la serie White Ebony (2013) en la que retrata el albinismo en su país natal desde una perspectiva poco habitual: la cotidianidad, la dignidad y sobre todo, la tolerancia. Este particular enfoque constante en su obra, y en particular en su trabajo sobre el albinismo, ha hecho que el proyecto fuese premiado como Mejor fotografía del año por Unicef y haya sido exhibido y difundido en varios países del mundo. Quizá también ha sido el que la ha puesto en escena. Para Willoqc, la fotografía da sentido a su vida, y afirma: “Con mis imágenes puedo ayudar a cambiar la percepción sobre algunas cuestiones que me importan. Y eso me hace sentir mejor”.

Patricia Willocq.
Patricia Willocq.

Tras viajar por varios países del mundo y de vuelta al Congo, en su trabajo Look at me, I am beautiful (ganadora del Premio Alfred Fried como mejor fotografía sobre la paz), Willoqc se introduce de lleno en la realidad de las mujeres que han sido víctimas de violaciones durante la guerra y la de sus hijos e hijas, nacidas de esas agresiones y socialmente estigmatizadas. El reportaje realiza un viaje a través de los momentos más importantes de la vida de una de estas niñas, Esther, y la puesta en escena de la serie fotográfica la protagonizan mujeres de varias edades que representan esas etapas. En este trabajo Willoqc quiere mostrar a mujeres supervivientes, valientes que quieren seguir adelante con su vida. Así lo cuenta.

Pregunta. Las mujeres y los niños están muy presentes en tu trabajo, ¿cuáles son los problemas principales que crees que es importante visibilizar en RDC?

Respuesta. Siempre he estado muy sensibilizada sobre la condición de las mujeres y los niños en el mundo, como futuro de nuestra sociedad que son. Cuando las mujeres están sanas, son respetadas y se las cuida, sus hijos son criados con amor y respeto. Esos niños crecen siendo adultos equilibrados que contribuyen positivamente en nuestra sociedad. Desafortunadamente, en RDC y otros muchos países en desarrollo donde la pobreza y la guerra son dominantes, las mujeres y los niños son las primeras víctimas de las injusticias. Creo que es importante hablar sobre ello, no solo allí, sino en todas partes.

¡Esas mujeres supervivientes de violencia sexual quieren que el mundo las vea fuertes y guapas

P. Desde tu experiencia, ¿cuáles cree que son los problemas comunes que sufren las mujeres en los diferentes países en los que ha trabajado?

R. El rasgo principal es que las mujeres son víctimas en todas partes del mundo. Víctimas de violencia de género, de acoso verbal y sexual, de trata, de mutilación genital, de acoso sexual en el trabajo, de ataques con ácido, etcétera. No es para nada un problema relacionado con RDC o África. Y por este motivo es por el que me gustaría continuar con el proyecto en otro lugar del mundo.

P. En Look at me, I am beautiful tratas sobre el estigma que acompaña a las mujeres para toda su vida, pero desde un punto de vista positivo y esperanzador. ¿Por qué decidió trabajar en este tema y desde esa visión?

R. ¿A alguien le gustaría ser fotografiada sufriendo en un hospital? ¿O tras ser golpeada por su pareja? ¿O cuando se sientes triste, miserable, sola o sufriendo? No lo creo. Como tú y yo, ¡esas mujeres supervivientes de violencia sexual quieren que el mundo las vea fuertes y guapas! No había otra manera de fotografiarlas.

Creo que puedes crear conciencia sobre temas terribles como la violencia sexual con una comunicación visual positiva y creo que es mucho más efectivo. La imagen de Esther cogiendo en brazos a su bebé, rodeada de militares ha llamado lo atención de todo el mundo. Y eso me permitió hablar sobre una cuestión terrible que pasó al Este de RDC.

P. ¿Cómo contactó con las mujeres y cómo les propuso el reportaje?

R. En realidad hice este proyecto con una amiga llamada Mamie Kabongolo. Durante años ella ha estado involucrada en esa cuestión y a través de su trabajo en la Fundación Gerler Family, apoyaba el trabajo de una ONG llamada Hold RDC. Esta organización trabaja con mujeres víctimas de violencia sexual para ayudarles a reintegrarse en la sociedad a través de diversos programas. Me habló de ellas y decidimos hacer un proyecto para apoyarlas, siendo la primera parte un foto reportaje. Viajamos de Kinshasa a Goma con una maquilladora (Igo Mpiana) y su estilista (Samantha Nsele). Nos sentamos con las chicas de Hold RDC, les explicamos que estábamos intentando conseguir y buscamos voluntarias para el proyecto. La mayoría de las chicas querían serlo por el aspecto positivo del proyecto.

Cuando se refieren a África, a los medios les encanta aprovechar imágenes de miseria y sufrimiento, venden más. Yo prefiero la imagen del vaso medio lleno

P. ¿Cómo fue la producción del trabajo y qué cosas le sorprendieron más de las mujeres? ¿Eran todas de la misma comunidad?

R. Antes de llegar a Goma, esperaba ver a mujeres afligidas. Lo que más me sorprendió fue que nos recibieron con sonrisas y felicidad. Esas mujeres han pasado por una situación difícil, pero todas ellas están muy contentas de estar vivas. Tienen hijos que quieren. Cantan. Bailan. Están intentando conseguir un trabajo y colocar lo que les pasó en el pasado y mirar hacia el futuro. Las mujeres eran de distintas áreas del Este del Congo y la producción fue una de las cosas más increíbles que he hecho en mi vida, por la motivación de las mujeres pero también por la de los hombres, que parecían interesados por el hecho de que queríamos mostrar una imagen positiva de ellos.

P. Interesante cómo los hombres en las fotos siempre rodean a Esther “para protegerla y apoyarla”, tal y como explica en su web… Pero, ¿por qué hombres?

R. Cuando estaba en Goma, un par de hombres me dijeron: “¿Sabes que debido a la guerra y las violaciones cometidas por los militares a nuestras mujeres, ahora incluso en Kinshasa algunas personas tienen miedo de venir a Goma? Piensan que todavía está la guerra aquí y que todos los hombres son violadores”.

Después de explicarles el proyecto, vinieron cada día a ayudarnos. Cada día, teníamos a cien personas viniendo a la escena queriendo ayudar. Lo más difícil era gestionar a todo el mundo. Cuando terminamos la producción, proyectamos las fotos y todos decían: “Mira, esto es lo que deberíamos ser”. Lo mejor fue una mujer del pueblo que vino un día y me dijo: “¿Sabes? Desde hace dos semanas, mi marido me lleva al bus cada día. Gracias por enseñarles cómo tratarnos”. La verdad es que nunca les dijimos qué hacer. Sólo lo hacían porque se veían a ellos mismos en un rol protector hacia las mujeres. Y para mi, eso ya era una victoria.

P. ¿Cómo son las relaciones de esas mujeres y sus hijos con sus comunidades? ¿Están estigmatizadas?

R. Sí, mucho. De hecho, una vez que son violadas son fácilmente rechazadas y ellas mismas piensan que tiene que ser así. Recuerdo a una de las mujeres, que cuando se vio al espejo maquillada y peinada dijo alegre: “¡Oh! ¡Mírame! Ahora quizá un hombre aceptará casarse conmigo”. Le explicamos que no tenía nada que ver con cómo era físicamente, sino con cómo se sentía.

P. Una de las cosas que llama la atención sobre su trabajo es su punto de vista positivo, como podemos ver en los reportajes. ¿Por qué es importante mostrar esta visión?

R. Creo que cuando se refiere a África, a los medios les encanta aprovechar imágenes de miseria y sufrimiento, porque vende más. Yo prefiero la imagen del vaso medio lleno, y no medio vacío. Prefiero mostrar esperanza más que desesperanza y por último, prefiero centrarme en la dignidad más que en la miseria

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