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Malú: “Cuando bajas del escenario eres más pequeña y vulnerable”

La cantante lleva casi 20 años de carrera y 13 discos a sus espaldas. Ahora está inmersa en los preparativos de su gira ‘Caos’, que empieza en abril. Actuar en directo es lo que más le gusta de su profesión; en el extremo contrario, ver su intimidad aireada

Elisabet Sans
La cantante Malú, en una imagen promocional de su último disco.
La cantante Malú, en una imagen promocional de su último disco.

Hace mucho que María Lucía Sánchez Benítez (Madrid, 1982) es solo Malú. El éxito le llegó con Aprendiz a los 16 años, y hoy lleva 13 discos y más de dos millones de copias vendidas. Está metida de lleno en la creación de su nueva gira, Caos, “ese proceso de preparación de un sueño” en el que se implica de manera “absoluta”, pero del que puede desvelar aún poco. Habla desde Tenerife, donde ha recogido un premio Dial, y se disculpa por su voz. Una congestión la obliga a hablar suave, algo que contrasta con la imagen un punto agresiva que le gusta transmitir sobre los escenarios.

Pregunta. Inicia su gira el 16 de abril, ¿siente el peso de la responsabilidad?

Respuesta. El sentido de la responsabilidad te come bastante, sobre todo querer estar a la altura para todas esas personas que vienen a verte. Genera mucha tensión que al plantearte una gira te abran tres veces el Palacio de los Deportes de Madrid o el Palau Sant Jordi. La primera vez todo es un sueño cumplido, algo que crees que nunca más va a pasar. Ahora se siente la responsabilidad.

P. ¿Vive su carrera como un sueño?

R. Sí... Es que es maravilloso poder subirte a un escenario. No sé ni siquiera si entra en la perspectiva de los sueños. Pero trato de no centrarme demasiado en eso porque no quiero que me bloquee.

P. ¿Hay alguna diferencia entre la Malú de los escenarios y la de su casa?

R. Hay diferencias muy obvias. Al final, cuando te bajas del escenario eres más pequeñita y vulnerable. Sobre él realmente te expresas y expulsas tu dolor, tu alegría, tu llanto... ahí todo se siente más grande.

P. ¿Existe la soledad del artista cuando llega al hotel tras un concierto abarrotado?

R. Trabajo con la misma gente desde hace muchos años y somos una gran familia. Es verdad que hay momentos complicados, para mí es el de poner en pie el espectáculo. Obviamente tu gente está para ayudarte, pero creo que ahí es donde más sola te puedes sentir. Pero estoy bien rodeada. Al final, ellos conocen a la que luego se queda en la habitación con el moño.

P. ¿Cómo ha cambiado su vida ahora que todo el mundo lleva un móvil con cámara?

R. Muchísimo. Ya no es la era del autógrafo, ahora piden un selfie. Antes en los conciertos había más manos arriba, ahora hay más móviles encendidos. Pero es una evolución, y es cierto que es mucho más bonito poder tener una foto con quien admiras que un papel firmado.

P. ¿Las nuevas tecnologías la han acercado más a sus seguidores?

R. Tras la crisis inicial por el nacimiento de las plataformas digitales, hoy son un medio que permiten poder vivir y sentir la música mucho más real y está más acorde con la vida que llevamos. Poder comprar una canción o un disco al momento. Al final yo también he acabado con lo de ir a comprar discos, lo hago con el móvil porque es lo que tengo siempre a mano.

P. ¿Usa las redes sociales para acercarse a sus fans o como método de promoción?

R. Sinceramente, no tengo capacidad para interpretar cómo las uso. Soy muy antigua para eso, me cuesta entenderlas. Escribo como me va saliendo. Es una forma muchísimo más directa para que te conozcan y para tener feed back con tu gente.

P. Apoyó a Alejandro Sanz por expulsar a un hombre de un concierto que agredía a una mujer. ¿Cuáles son sus causas?

R. Colaboro con la investigación contra el cáncer de mama. Creo que es importante, si tienes la oportunidad, de hacer que no se olviden de estas cosas. Y también contra el abandono y maltrato animal, son cosas que me irritan mucho y pienso que por qué quien lo hace no tiene una pena como podría tener un asesino.

P. ¿Ha aprendido a lidiar con que su vida privada sea noticia?

R. No, y no me siento cómoda en ese lugar. Pero forma parte de mi vida, así que hay un momento en el que te das cuenta que hay demasiadas complicaciones como para darle demasiada importancia a eso.

P. ¿Qué aporta un programa como La Voz a la televisión y a la industria musical?

R. Es un lugar para la música en la era en la que las televisiones no le dan cabida. ¡Y toma! Se convierte en líder de audiencia. Ves verdadero arte, voces increíbles y gente con muchas ganas. Y luego existe esa carrera y ese apoyo al ganador. En mi caso, que he ganado dos veces, lo sigo de cerca.

P. ¿La veremos de nuevo como coach?

R. No lo sé… está la gira…. Ojalá que sí, porque me encanta el formato y creo que es una reivindicación de la música en la tele y una forma real de que grandes artistas tengan la oportunidad de salir a la luz.

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Sobre la firma

Elisabet Sans
Responsable del suplemento El Viajero, ha desarrollado la mayor parte de su carrera en EL PAÍS. Antes trabajó en secciones como El País Semanal, el suplemento Revista Sábado y en Gente y Estilo. Es licenciada en Periodismo por la Universidad Ramón Llull de Barcelona y máster de Periodismo EL PAÍS.

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