_
_
_
_
Porque lo digo yo
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

Normal

Como yo mismo había sido el chico raro, el desadaptado que no jugaba en el patio, animé a mi hijo a interesarse por el fútbol. Me arrepiento

Unos niños juegan al fútbol durante el recreo.
Unos niños juegan al fútbol durante el recreo.alejandro ruesga

He creado un monstruo. Hace un año, mi hijo de siete era un niño tímido pero talentoso, que escribía sus propios cuentos y dibujaba castillos. Como yo mismo había sido el chico raro, el desadaptado que no jugaba en el patio, lo animé a interesarse por el fútbol. Después de ver lo que ese deporte le hace a un hombre, me arrepiento.

-Papi, llévame al estadio.

-Es muy caro.

-Entonces cómprame una camiseta del Barça.

-Ya tienes tres.

-Entonces vamos a jugar con la pelota al parque.

-¡Son las diez de la noche! ¡Duérmete!

El niño ha forrado su cuarto con afiches del Barcelona F.C. Ha alcanzado máximo nivel del videojuego FIFA. Cuando despierto por las mañanas, ya está sentado en el salón viendo antiguos partidos en Barça TV (¿Cómo es que hay un "Barça TV"? ¿Dónde quedaron los malditos canales educativos?).

-Papi ¿Quién era mejor? ¿Rivaldo o Ronaldinho? ¿Cruyff o Maradona? ¿Figo o Stoichkov?

-¿Puedes desayunar?

Para compensar el desastre, le impuse una tarea diaria de lectura. Él descubrió la prensa deportiva. Ahora cada día se lee entero el Sport. Lo obligué a dedicar veinte minutos diarios a las matemáticas. Ahora calcula el precio de los fichajes y los compara con los del Real Madrid.

Tratando de recuperar algo de su imaginación, intenté leerle cada noche unas páginas de El Principito. Desistí cuando me dijo:

-Ya entiendo. El Principito es como Messi y su zorro es como Neymar, ¿verdad?

Supongo que ahora mi niño es "normal": llega a un parque y hace amigos de inmediato. Pero qué puedo hacer: yo echo de menos a mi desadaptado.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_