‘Star Wars’ vuelve... y recupera la esperanza
Abrams, el director, ha desarrollado una historia muy pegada en su esquema a La guerra de las galaxias para atraer a los fans veteranos
Muchos aficionados aguardan la llegada del viernes repitiendo una frase mítica de la saga: “Tengo un mal presentimiento”. Pero muchos más están convencidos de que en manos de Lawrence Kasdan, nada malo puede ocurrir. En el advenimiento de la nueva película de Star Wars, titulada El despertar de la Fuerza, que se estrena en España en una de cada tres pantallas de cine existentes y con más de 300.000 entradas vendidas por adelantado, no solo hay un negocio por dirimir, sino los sentimientos de millones de fans de diversas generaciones, gente que ha convertido a la Orden Jedi en una religión en países como Australia o Reino Unido, cinéfilos que aún creen que el mundo se puede dividir entre buenos y malos —y no como la realidad parece emperrada en imponernos: entre malos y peores—, y que durante décadas tuvieron en un altar a George Lucas, hasta que este se volvió loco con la tecnología y además dirigió una trilogía —la segunda en la cronología terrestre, la primera en la cronología warsera— infantiloide.
Así que tiene todo el sentido que cuando Lucas decidió retomar la saga, el primero al que llamó fue a Lawrence Kasdan, el guionista que había dado enjundia a los mejores momentos de las películas iniciales. En un principio, Kasdan firmó solo como asesor de guion, pero tras la compra de Lucasfilm por parte de Disney, y aunque asegurara —y aún hoy asegura— que solo le interesaba redactar el spin off de Han Solo, su personaje favorito, Kasdan acabó convertido en guionista principal.
Junto a J. J. Abrams, el director, ha desarrollado una historia muy pegada en su esquema a La guerra de las galaxias, empezando por un planeta desértico, alguien que pasa una información en un pequeño robot… Tiene su lógica: hay que volver a atraer los fans veteranos y usar esas armas para los nuevos seguidores: son quienes van a alimentar la caja en el gran negocio de Star Wars, que no está en la venta de entradas de cine —y seguro que en la taquilla, más con el coste del 3D, les va muy bien—, sino el merchandising: muñecos, camisetas, juguetes, videojuegos, comida… Las Navidades están ahí y Papá Noel y los Reyes Magos van a cargar sacas y sacas de productos con cualquier relación con la saga.
¿Queda alma en las imágenes de Star Wars? Sí, en personajes clásicos como Han Solo (lo mejor de esta entrega), en la nueva Rey, en una extraordinaria banda sonora obra del octogenario John Williams… En el fondo volvemos al mismo género, el drama familiar con ciertas inquietudes mitológicas aportadas por libros que influyeron en Lucas como El héroe de las mil caras, de Joseph Campbell. En el arranque de esta (posible) última trilogía, entra en juego la tercera generación de una familia muy especial, con ciertos poderes acentuados y que de padres a hijos transmite el mismo miedo ante lo desconocido y lo espiritual. Que los fans estén tranquilos: como Kasdan y Abrams insisten, el concepto sobre el que pivota la acción es el mismo que movió la trilogía inicial, la esperanza.
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