_
_
_
_
MIRADOR
Columna
Artículos estrictamente de opinión que responden al estilo propio del autor. Estos textos de opinión han de basarse en datos verificados y ser respetuosos con las personas aunque se critiquen sus actos. Todas las columnas de opinión de personas ajenas a la Redacción de EL PAÍS llevarán, tras la última línea, un pie de autor —por conocido que éste sea— donde se indique el cargo, título, militancia política (en su caso) u ocupación principal, o la que esté o estuvo relacionada con el tema abordado

El hipster de Rajoy

El PP está haciendo una campaña tan plana y tan dominó que puede reírse de sí mismo

Manuel Jabois

Desde hace unas semanas he dejado el alcohol. Por tanto, procuro beberlo con moderación. He comprobado que en mi círculo cercano lo que levanta escándalo de verdad es pedir agua. Eso le convierte a uno en objeto de cuchicheos. “No sabía que estaba tan mal”, “ha tocado fondo” y “habrá pasado por una clínica de desintoxicación” son las frases con las que fueron resolviendo mis amigos mi intento de dejar el alcohol. Beber agua me había convertido en el mayor alcohólico de Pontevedra, y a medida que el rumor creció la gente empezó a dirigirse a mí de otra forma, con más lástima aún. Con cara de que lo habían intentado todo conmigo, pero al final había caído en el agua.

Las cosas tienen una lógica perversa. Hace unos días cené con una amiga en Madrid. Para que viese que no me pasaba nada con el alcohol pedí una botella de vino y bebí la mitad antes del primer plato. Resuelto ese problema, ella pasó a contarme los suyos. Está casada desde hace cinco años y se ha echado un amante. En cuanto su marido se va de viaje, el chico y ella pasan las noches juntos. Es un amante un poco raro, porque está muy a gusto con él. Hasta el punto de que ni siquiera tienen sexo. Ella llega a casa de él, él hace tortilla francesa, se sientan a ver la tele y después se meten en cama a leer un rato antes de dormir. “Es lo más sucio que le he hecho en mi vida a mi marido”, me cuenta.

A veces dejar un vicio lo convierte en un problema de verdad. Si yo persisto en dejar de beber seré más pronto que tarde un alcohólico anónimo, alguien con un pasado muy oscuro, y si mi amiga sigue sin tener sexo con su amante acabará dejando a su marido por él. Las rutinas las carga el diablo: le van confirmando a uno en todo aquello de lo que escapa.

Haz que tu opinión importe, no te pierdas nada.
SIGUE LEYENDO

El hipster de Rajoy, por ejemplo, es su particular vaso de agua. Se lo toma y la gente se alarma. Pero lo antitético de la imagen le convierte aún más en el señor tradicional que tanto gusta a sus votantes. Rajoy con un hipster soy yo con la Cabreiroá y mi amiga comiendo tortilla francesa en casa de un empotrador; cómo estaremos los tres para semejante impostura. Que el hipster sea además de palo, un hipster decorado en Génova como un arbolito de Navidad, demuestra que el PP está haciendo una campaña tan plana y tan dominó que puede reírse de sí mismo: jugar a lo que no es para afianzar lo que necesita ser.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Sobre la firma

Manuel Jabois
Es de Sanxenxo (Pontevedra) y aprendió el oficio de escribir en el periodismo local gracias a Diario de Pontevedra. Ha trabajado en El Mundo y Onda Cero. Colabora a diario en la Cadena Ser. Su última novela es 'Mirafiori' (2023). En EL PAÍS firma reportajes, crónicas, entrevistas y columnas.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_