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Los West-Kardashian ‘santifican’ a su nuevo hijo

Kim Kardashian revela en Instagram el nombre de su bebé y, como era de esperar, no es nada habitual

Kanye West y Kim Kardashian en el desfile de Givenchy.
Kanye West y Kim Kardashian en el desfile de Givenchy. cordon press

"Saint West", escribió ayer Kim Kardashian en su Instagram junto a una imagen con cuatro emoticonos que representan a su familia. Con estas dos palabras reveló uno de los secretos mejor guardados de su mediático embarazo: el nombre su bebé. Saint en castellano significa santo, es decir, que su pequeño se llama 'Santo West'. Nada en la vida del clan Kardashian es común, tampoco el nombre de sus hijos iba a serlo. 

La hija mayor de Kim y Kanye —nacida en 2013— tampoco se queda atrás en cuanto a nombres curiosos: North (norte). La estrella de los reality shows, que dio a luz este fin de semana, ha anunciado su intención de seguir aumentando su prole así que ya se aceptan apuestas para el nombre de su tercer futurible. Eso sí, para que sea digno de la familia West-Kardashian, deberá cumplir con dos características: excentricidad y rimbombancia. 

De casta le viene al galgo y es que la madre de Kim Kardashian, Kris Jenner, también tiene su ritual onomástico que ha cumplido a rajatabla con todas sus vástagas de ambos matrimonios: que los nombres empiecen por la letra K (al igual que el suyo). Kim, Kylie, Kendall, Khloé y Kourtney. La única excepción entre los seis hermanos es el de su hijo Rob. 

Kim Kardashian ha relatado su embarazo en las redes sociales y por eso es de sobra conocido que ha tenido sus complicaciones. A principios de noviembre reconoció que había ganado 23 kilos y medio de peso, algo que nunca se ha molestado en ocultar dados los ajustados vestidos que ha lucido a lo largo de los nueve meses en estrenos, pasarelas y alfombras rojas. En la recta final de su gestación, la celebridad contó que su niño venía de nalgas y que iba a hacer lo imposible por cambiar su posición para evitar una cesárea. Así que se sometió a dolorosos masajes de útero, aseguró que se tumbaba boca abajo tres veces al día durante 15 minutos y que se ponía hielo y música en la tripa para incitar a su bebé al cambio de postura. Saint se adelantó casi tres semanas —salía de cuentas el 25 de diciembre—, pero finalmente el empeño de su madre dio resultado, el parto fue natural y ambos se encuentran bien. 

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