Cambios
Pero sé que un día me dormiré, no sé, en el metro, soñaré que estoy sobre un catafalco, y me despertaré muerto
Me ocurre desde hace un par de años: cojo el avión a Barcelona, me duermo, sueño que voy en el AVE y, en efecto, llego a Barcelona en tren, como si durante el trayecto me hubieran cambiado el medio de transporte. Cuando voy en tren, me sucede lo mismo, pero al revés. Un día, no hace mucho, viajé a Sevilla para dar una charla. Al terminar me fui al hotel, tomé una ensalada y me acosté. Soñé que en realidad estaba en casa, en mi propia cama, y en ese momento me desperté. En efecto, estaba en casa. Fui al baño un momento, regresé, volví a dormirme y cuando sonó el despertador me encontraba de nuevo en Sevilla. Cogí el AVE a las nueve para regresar a Madrid, me dormí, soñé que volvía en avión y aterricé al rato en Barajas.
Pregunté a Google por el significado de este trasiego y no me respondió. No me atreví a preguntárselo al médico, pero iba a comentárselo como de pasada a mi psicoanalista cuando me quedé dormido en el diván (padezco de una narcolepsia suave). Soñé que estaba en casa, en el sofá donde doy la cabezada de después de comer, y al despertarme había desaparecido la consulta. Me encontraba en casa, delante de la tele, en cuya pantalla discurría el telediario. Volví a cerrar los ojos, me aletargué, y desperté de nuevo en la consulta de mi psicoanalista. No se creerá lo que me acaba de ocurrir, le dije para prepararla. Me lo tendrá que contar el martes próximo, dijo ella, por hoy hemos terminado.
A veces, me acuesto en miércoles y me despierto en domingo, o viceversa. Voy tolerando todo esto con extrañeza y con los reflejos para el cambio de que me he ido dotando a lo largo de la vida. Pero sé que un día me dormiré, no sé, en el metro, soñaré que estoy sobre un catafalco, y me despertaré muerto.