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Cómo conquistar con eso que un 'selfie' no puede transmitir

Ni filtros ni ángulos. La verdadera seducción se logra con una mirada, una conversación o una sonrisa. Nos lo explica un maestro

En plena era de la inmediatez, podría parecer que la seducción es un concepto perteneciente al pasado, a aquel remoto siglo XX en el que las redes sociales y la tecnología aún no habían cambiado radicalmente nuestra percepción del tiempo y de la comunicación. Sin embargo, precisamente esa inmediatez hace necesaria la recuperación de rituales de seducción que aporten un valor preciso a cada gesto y a cada instante. No se trata sólo de romanticismo, sino de subrayar la importancia del equilibrio y la sutileza. Y de acentuar cualidades que, por mucho que nos empeñemos, un selfie no siempre consigue transmitir.

El lanzamiento de Boss The Scent, la nueva fragancia de Hugo Boss, se centra precisamente en ese debate: en una reflexión sobre la importancia de la seducción como un fenómeno que exige despertar los sentidos y desarrollar cualidades como la confianza en uno mismo, la fortaleza, el magnetismo y la elegancia y el estilo. Precisamente de esta última habla el actor Theo James, estrella de la saga cinematográfica Divergente y candidato perfecto para ejemplificar los cuatro pilares de la seducción.

Seducción frutal

Xavi Sancho

"En una era en la que cortejar está perdiendo toda su esencia por culpa de las redes sociales, creo que es importante apostar por esa seducción pausada", anuncia Will Andrews, un científico tan bien vestido que terminó al frente de la división de fragancias de Hugo Boss. The Scent es algo más que un perfume: quiere ser la herramienta que logre que usted deje Tinder, Grindr, Meetic o lo que demonios utilice para buscarse un plan el sábado. Para ello cuenta con un arma secreta: la maninka. "La encontramos en unas montañas de Sudáfrica y nos parece fascinante que no haya sido utilizada en más ocasiones en el mundo de la perfumería", informa Andrews al respecto de este fruto de inocente aspecto pero de poderoso poder olfativo y, sobre todo, afrodisiaco. Él está en el corazón de esta fragancia, cuyas notas de salida están marcadas por el jengibre y cuyo fondo es el cuero. Todo bien sexy, ya ve.

“La forma de vestir puede afectar a nuestro nivel de confianza”, afirma James en esta entrevista, que pone de relieve la ventaja competitiva de un look adecuado y, también, de una buena fragancia, que desde siempre ha sido un aliado único para hombres de todo el mundo. La que ahora se presenta, Boss The Scent, redobla la artillería pesada con su ingrediente estrella, la Maninka, un fruto afrodisiaco que evoca la fruta de la pasión y el ron y que alcanza el sistema olfativo envuelta en lavanda tras una primera explosión de jengibre. Es decir, autodeterminación y templanza que al cabo de unos minutos evolucionan hacia el cuero, un fondo cálido e inequívocamente masculino. Hay cosas que una pantalla no puede transmitir. Y posiblemente en ellas resida la clave de la seducción auténtica, la que, a pesar de todos los pronósticos, no ha perdido ni pizca de vigencia.

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