Isabel II abre su peculiar armario

"Nunca puedo ir de beige porque entonces nadie me reconocería", señaló en una ocasión Isabel II sobre la multitud de atuendos que ha lucido a lo largo de su dilatado reinado y que van a ser objeto de una gran exposición coincidiendo con su 90 cumpleaños, el próximo 21 de abril. Algunos de esos cortes en colores brillantes como amarillos, verdes o azulones que permiten identificar a la monarca aunque esté rodeada de multitudes, formarán parte del centenar y medio de piezas que serán exhibidas para la ocasión en tres residencias reales.

Acometer esa selección en un armario por el que han llegado a desfilar 10.000 modelos diferentes no habrá sido tarea fácil para los responsables de las colecciones reales (Royal Collection), que por el momento guardan su veredicto como si fuera un secreto de Estado. Se da por seguro, sin embargo, que la muestra incluirá el vestido y la capa que arroparon a Isabel en el día de su coronación, el 2 de junio de 1953, así como el traje de su boda con Felipe de Edimburgo cinco años y medio antes en la misma abadía de Westminster.

Los atuendos de la reina destinados a grandes ceremonias y banquetes, desfiles militares o festejos familiares —como la boda de su nieto Guillermo con Catalina, donde la soberana optó por el amarillo— acompañarán en el despliegue a los trajes y abrigos "de diario" utilizados en su apretada agenda. Y, por supuesto, los complementos en forma de esos sombreros y bolsos tan distintivos con los que Isabel II ha creado su propio estilo. La máxima que guía su guardarropa es aparecer siempre regia aunque no distante, unida a un sentido práctico que aconseja decantarse por los colores más vivos de la paleta para que su pequeña figura sea siempre bien visible y por unas hechuras que avalen la comodidad cuando parte del trabajo consiste en saludar de forma incansable al público.

La exposición La Moda de un Reino: 90 años del Estilo del Armario de la Reina tendrá una triple sede en los palacios de Holyrood (Edimburgo) y Buckingham y en el castillo de Windsor, y cubrirá desde sus jóvenes años de princesa hasta su actual condición de casi nonagenaria. Los disfraces que una Isabel adolescente y su hermana Margarita portaron en escena cuando participaron en una serie de pantomimas como Aladino y Cenicienta serán exhibidos a la par que algunas de las piezas que, recién coronada, portó en una extensa gira por los países de la Commonwealth en 1953. En aquellla ocasión llegó a cambiar hasta cien veces de atuendo.

Desde aquellos tiempos, la testa coronada más célebre del planeta ha participado en 25.000 compromisos oficiales, luciendo un estilo inconfundible que, si bien no siempre fue apreciado más allá de las fronteras de las islas británicas, hoy es generalmente considerado todo un clásico. Y quede para el anecdotario que hasta la opulenta, pero al tiempo austera, reina de Inglaterra ha repetido traje en más de una ocasión.