“El reto pendiente de Colombia es el embarazo adolescente”
Simón Gaviria preside el organismo encargado de implementar los Objetivos de Desarrollo Sostenible en Colombia, país que ya los ha integrado en su política nacional
Colombia llegó con los deberes hechos a la aprobación de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) el pasado 25 de septiembre en Nueva York, aquellos que guiarán la acción internacional en los próximos 15 años hacia un mundo más justo. El país latinoamericano no solo ha evaluado lo que ha cumplido de las anteriores metas en la lucha contra la pobreza, universalización de la educación o protección del medio ambiente, entre otras; sino que ya ha ideado cómo implementará la nueva agenda de acción adoptada por las Naciones Unidas.
Alumno adelantado, Colombia creó el pasado febrero el organismo que supervisará que las políticas del país persigan la consecución de los 17 objetivos mencionados, la Comisión Interinstitucional de Alto Nivel para el alistamiento y la efectiva implementación de la Agenda Post 2015. Simón Gaviria Muñoz, director del Departamento Nacional de Planeación (DNP) desde agosto de 2014, presidirá la nueva institución. A sus 34 años, el joven político del Partido Liberal colombiano asume la responsabilidad de supervisar la titánica lista de 196 metas, algunas ya incluidas, dice, en su política nacional de desarrollo.
Graduado en Economía con tesis laureada en la Universidad de Pensilvania (Estados Unidos), en su carrera política como diputado en dos legislaturas en la Cámara colombiana, ha promovido medidas sociales y relacionadas con el desarrollo, desde la educación sexual integral hasta la creación de espacios seguros para niños. “Eso me viene de mi mamá. Es una fuente de inspiración, es una mujer muy comprometida con estos temas y desde muy joven nos involucró [a los dos hijos] en el trabajo que hacía”, aclara. Sin embargo, el hijo del que fue presidente de Colombia entre 1990 y 1994, César Gaviria, no ha estado exento de críticas por algunas de sus decisiones. Después de un año al frente del Departamento Nacional de Planeación, su Plan de Desarrollo 2014-2018 ‘Todos por un nuevo país’ cosechó duras objeciones de oposición y expertos recogidas por la prensa del país el pasado febrero, cuando estaba a punto de aprobarse. El mandatario insta, no obstante, a que la sociedad civil en general y los periodistas en particular, vigilen su acción y la de todos los Gobiernos sobre el grado de cumplimiento de los ODS. Solo así, asegura, se logrará un verdadero compromiso y la necesaria rendición de cuentas.
Pregunta. ¿Cuál es su valoración de la agenda Post-2015 de Objetivos de Desarrollo Sostenible que se acaba de aprobar para los próximos 15 años?
Respuesta. Antes de hablar de los ODS, tenemos que hacer balance de los ODM. Cuando se aprobaron, lo que se dijo fue: “Lo que nos importa es el resultado, que salga de la pobreza el Tercer Mundo”. Los ODS suponen un cambio fundamental en la manera de hacer las cosas, una variación de trayectoria porque no solo llama a un esfuerzo filantrópico de los países más desarrollados frente al Tercer Mundo, sino que buscan un cambio en el comportamiento global de todos, frente a la necesidad de construir un mundo más sostenible. Eso nos va a llevar a hacer las cosas de forma diferente. Esto no es una responsabilidad solo de los Gobiernos, sino que hay que involucrar al sector privado y a la sociedad civil.
P. ¿No se corre el riesgo de abarcar demasiado y conseguir poco?
R. La crítica más común es que son muchas metas, que es una agenda muy compleja. Y es verdad, son muchas metas y muy complejas. Lo que pasa es que los problemas del mundo son muchos y complejos. Creo que esta complejidad es buena y el hecho de que sean tan completos es importante.
P. Colombia llega con los deberes adelantados para la implementación con la creación de la comisión interinstitucional de alto nivel para el alistamiento y efectiva implementación de los ODS. ¿Cómo va a funcionar?
Es verdad que son muchas metas y muy complejas. Lo que pasa es que los problemas del mundo lo son
R. Colombia lideró el proceso de creación de los ODS, la idea de darles esta nueva dimensión de que todos somos responsables de la sostenibilidad mundial. Por lo tanto, el país está muy concienciado de los retos. Por eso, lideró un proceso de implementación de los ODS a través de su plan nacional de desarrollo y creó una alta comisión interministerial de implementación. Lo importante de esta comisión es que tiene un diálogo constante con la sociedad civil, con el sector privado y de una manera u otra, Colombia está aprendiendo haciendo. Y esperamos extraer lecciones para poder compartirlas y a su vez aprender de otros países. En este sentido, recientemente el Gobierno de Suecia ha invitado a una serie de países, incluyendo Colombia, a hacer el seguimiento desde el punto de vista global.
P. ¿Cree que otros países, que todavía no tienen organismos similares, los crearán?
R. A Colombia le tocó adelantarse. Y los ODS ya están recogidos en nuestra legislación. Aunque sabíamos que no se aprobaría hasta septiembre, el Plan Nacional de Desarrollo de Colombia se aprobó el pasado marzo, por lo que nos tocó adelantarnos e incluir los objetivos antes de la adopción en Naciones Unidas. Si no lo hubiéramos hecho, nos habría tocado esperar cuatro años para empezar a implementar los ODS. Ahora, desde este momento hasta marzo de 2016 vamos a trabajar en el open working group para refinar los indicadores. De los primeros análisis, concluimos que de las 169 metas, 25 indicadores son difíciles de medir, y otros 34 no dependen del país. Nosotros nos hemos adelantado para no perder la oportunidad, pero será el año que viene cuando varios países del mundo empiecen a implementar los ODS en sus legislaciones.
P. ¿Hará Colombia los informes anuales de seguimiento?
R. Sí. Creemos que hay que combinar las métricas, hacer la división y fijar metas intermedias al 2018; ninguno de nuestros gobiernos durará hasta 2030, entonces tienes que fijar metas intermedias y reservar la plata en el presupuesto.
P. ¿Qué objetivos o metas suponen un mayor reto para Colombia?
R. Si hacemos balance de los ODM en Colombia, uno de los retos que persisten es el embarazo adolescente. Pero hay otra cuestión de la Agenda Post 2015 que quisiera destacar. Colombia viene avanzando en un proceso de paz, muy específico y claro, y 47 metas de los ODS están directamente relacionadas con ese proceso, que para el mes de marzo debe estar listo. Ese va a ser el esfuerzo más grande de Colombia. El acuerdo de La Habana nos va a ayudar a cerrar el conflicto armado, pero la paz la construiremos entre todos después. Y en ese trabajo es muy importante tener presente que no solo se trata de cerrar el ciclo de violencia, sino que tenemos que levantar un país más educado y equitativo.
P. ¿Habrá acuerdo en marzo? Está muy seguro…
R. El peldaño más alto, por así decirlo, ya lo escalamos, que es el tema de justicia y transición. Y tenemos muchas razones para ser optimistas.
P. Su reto de la paz está en proceso, pero ¿qué planean para luchar contra el embarazo adolescente?
Creemos que hay que combinar las métricas, hacer la división y fijar metas intermedias al 2018; ninguno de nuestros gobiernos durará hasta 2030
R. Es un tema pendiente. El cumplimiento de los Objetivos del Milenio de Colombia fue 77.8%. En unos aspectos, más que logramos las metas, por ejemplo, en reducción de pobreza o acceso al agua. Sin embargo, Identificamos, temas como el embarazo adolescente donde desafortunadamente el país no solamente no ha avanzado, sino que ha experimentado un retroceso. Para trabajar ahora sobre ello, y en general para el cumplimiento del conjunto de los ODS, primero haremos la revisión de qué programas existen en este momento y que tocan los temas relacionados con los ODS y vemos cómo se pueden cambiar para adaptarlos. Y segundo, decidiremos si hay que crear nuevos programas. El tema de embarazo adolescente en Colombia está en este proceso de revisión para cambiar de estrategia.
P. ¿Cuáles serán las líneas generales de esa nueva estrategia?
R. Necesitamos un esfuerzo más grande en materia de tiempo libre de los adolescentes, para eso el país planea una transición hacia una jornada única escolar. Y se requiere, además, un debate más abierto y franco frente a lo que hemos hecho en el pasado en la materia. Estas son dos ideas que tenemos. Y en algunos casos, cuando tratamos con comunidades indígenas que tienen una tradición cultural diferente, debemos tener un diálogo fluido sobre el reto que la lucha contra el embarazo adolescente implica para la sociedad.
P. ¿Cree que Colombia será un ejemplo para el resto de cómo abordar los nuevos objetivos?
R. Colombia se lo toma en serio. Y digamos que hay tres temas en los que queremos prender las alarmas. Uno es la importancia de fortalecer los sistemas de estadística, porque sin datos fiables no podemos medir cómo vamos, y no podremos tomar las decisiones de políticas públicas para corregir errores. Necesitamos mejores prácticas en este sentido, incluyendo la posibilidad de apropiar big data y open data del sector privado. El segundo tema que queremos destacar es el papel tan importante que juegan los alcaldes y gobernadores en este proceso. Muchos de los retos en el caso de Colombia –salud, educación y agua- dependen de decisiones que se toman a nivel municipal y departamental, y por lo tanto involucrar a nuestros ediles y gobernadores es muy importante. Y finalmente, advertimos que 34 metas de los ODS no dependen del país.
P. ¿Por ejemplo?
R. Migración, libre comercio, genética, transferencia tecnológica... Por nombrar algunos. Son metas que no dependen de un solo país y es difícil que uno solo pueda comprometerse a cumplirlas. Digamos que para bailar tango se necesitan dos. Creo que eso nos tiene que hacer repensar nuestras instituciones internacionales en el marco de las agencias de las Naciones Unidas, cómo la ONU se interrelaciona con otros organismos, así como la relevancia de algunas de las agencias en el siglo XXI, cuáles vamos a cerrar y cuáles nuevas tenemos que crear.
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