Contra el fanatismo
El desorden se está apoderando de todo, en España y en Europa. En este clima, uno siente, por pura impotencia, la tentación de abandonarse o de huir, como sugirió Muñoz Molina en un reciente artículo de EL PAÍS en el que hablaba del Montaigne. Sin embargo, a lo mejor queda una posibilidad: que en vez de continuar precipitándonos en el desorden total, surja algún tipo de orden a partir del caos actual. ¿Es eso posible?
La respuesta es afirmativa. Sólo hay que echar la vista atrás y observar la historia de la humanidad, la evolución del universo, el origen de la vida: el caos fue el caldo de cultivo del que surgió todo orden posterior. Ahora bien, habría que entender que lo primero es empezar a construir diques contra los fanatismos y la estupidez, que son los principales desórdenes que atañen al hombre. Lo inquietante es no saber cuánto habrá que esperar. — José Valdivia Santandreu.