Banderas

Multitud de hilos entrecruzados componen una lámina rectangular que, cogida a un asta, va de un lado a otro al son que le marca el viento. Y cuando todo está en calma, ella también lo está. Unos la besan, otros la miran con indiferencia y los hay que la odian. Símbolo de naciones, ciudades, instituciones y grupos sociales. Unión de pueblos diversos con un pasado común. Herencia de padres y legado de hijos. Unión de personas que comparten una misma idiosincrasia. Un proyecto común. Tan solo un pedazo de tela que, a menudo, como ocurrió el pasado sábado en Columbia, algunos enarbolan avivando odios y actitudes racistas con vano afán de imponer su supremacía, creyendo que bajo su manto todo está justificado. Pero cuando se anteponen las banderas a las personas, cuando se usan como arma arrojadiza, las banderas quedan desprovistas de significado y su valor se reduce a nada.— Antonio Soto Bermúdez.