Malia, una ‘it girl’ en la Casa Blanca
La hija mayor de los Obama se ha convertido a sus 17 años en una prescriptora de moda y en una influyente adolescente
Uno de los grandes temores de los Obama cuando llegaron en 2009 a la Casa Blanca era cómo crecerían en ese entorno sus hijas, Malia, la mayor, que entonces tenía 10 años, y Sasha, de 7. Pero “lo llevan bien”, decía el presidente el año pasado. “Las dos niñas son seguras de sí mismas, listas, divertidas, trabajan duro; y, lo más importante, son respetuosas y amables”, añadió. Michelle Obama se lleva todo el crédito, dice siempre su esposo.
Y la prensa le reconoce, además, a la primera dama otro logro sobre sus hijas: su sentido de la moda. Especialmente el de la mayor, Malia, que a sus 17 años recién cumplidos el 4 de julio ya llena páginas en los medios de comunicación especializados, donde analizan al detalle sus estilismos y la están convirtiendo poco a poco en una fashionista que marca tendencias entre las jóvenes de su edad e incluso mayores que ella.
“¿Por qué el estilo de Malia, la primera hija de Obama, está llamando nuestra atención?”, titulaba la edición americana de Vogue el mes pasado, después del viaje oficial de Michelle y sus hijas por Europa en el que Malia ha acaparado más atención que su madre.
Por su estilo elegante y femenino, la primogénita de los Obama siempre es comparada con su madre, aunque según la prensa estadounidense, sabe siempre añadirle ese toque apropiado a su edad. Como las merceditas, que ha convertido en uno de sus accesorios habituales. Los blogs especializados intentan siempre desvelar las marcas que usa y en el momento que lo hacen la prenda se agota. Como pasó con el vestido de Topshop que lució en un viaje oficial a China este invierno acompañando también a su madre. O con el abrigo malva de J.Crew que se puso en la segunda investidura de su padre, y que la marca dejó de producir en ese color como respeto a la joven.
“En términos de historia de primeras hijas, ella es definitivamente la mejor”, decía Hazel Cills, redactora de Rookie, la web para adolescentes fundada por la it girl Tavie Gevinson. “Chelsea Clinton estaba siempre callada, en segundo plano. Y a las hermanas Bush las asocio con una adolescencia más salvaje. Pero Malia es más tranquila, e incluso cuando aquel vídeo del perdón del pavo, en el que ella y su hermana aparecían terriblemente aburridas, dio la vuelta… A mí y a mis amigas nos encantó”.
Después de que durante el primer mandato de Obama, Malia y Sasha apenas tuvieran presencia pública, en los últimos dos años, no solo han aparecido más en actos oficiales, sino que, además, Malia ha protagonizado sus propias noticias, que han ido desvelando pequeños detalles de su personalidad. El verano pasado una foto de ella en el festival Lollapalooza de Chicago se hizo viral. Y este año, el colectivo de hip hop Pro Era publicaba en su Instagram un selfie de Malia con una camiseta del grupo. Como la joven tiene acceso restringido a las redes sociales, una vez confirmado que no había sido pirateada, se sumó a las anécdotas protagonizadas por Malia, y la acercó más a su generación, que la toma como un modelo a seguir porque consigue expresar su estilo en ropa o su gusto musical a pesar de vivir en la Casa Blanca. Por algo Time la colocó a ella y a su hermana en el número dos de los adolescentes más influyentes.
“Está descubriendo qué le gusta y sus padres parece que quieran dejar que lo haga sola”, decía Lauren Williams, editora de Essence. El último ejemplo de ese descubrimiento personal fue su presencia como becaria en el rodaje de Girls, el trabajo más envidiado entre los millennials, decían los medios americanos.
Malia está a punto de irse a la universidad y será entonces cuando podrá liberarse de las restricciones de seguridad de la Casa Blanca y, probablemente, empezar a estudiar cine, como quiere. Y mientras, las revistas de moda deben de estar contando los días para poder llevarla a sus portadas.
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