Solidaridad con Nepal

Hoy todos estamos rotos con lo sucedido al pueblo nepalí. La naturaleza ha sido cruel y quienes conocemos a este pueblo pensaríamos que incluso injusta. El nepalí es un pueblo que abre su corazón y su casa a quienes lo visitan. Todas las movilizaciones que podamos hacer serán pocas, ellos se merecen toda nuestra ayuda. Contrasta su espiritualidad, su amor a la naturaleza y el respeto al prójimo; aspectos tan olvidados en Occidente que suenan hasta imposibles. Hoy todos sentimos el dolor de la tragedia de la que han sido víctimas.— Carmen Betancourt. Barcelona.

El seísmo que se acaba de producir en Nepal nos hace rememorar la tragedia que ocurrió en Haití hace ya cinco años, y en la que durante los días posteriores todo el mundo se volcó en ayudarles. Pero en la actualidad se encuentran sumidos en la más absoluta pobreza. Hoy en día han sido olvidados por la comunidad internacional y por el resto de ciudadanos del mundo. Estoy seguro, aunque sea una pena, de que sucederá lo mismo con estas regiones de Nepal. Ya padecían miseria y necesidad antes del terremoto, y no solo no recuperarán ese bajo nivel de vida, sino que su situación se agravará, se sumirán aún más en la pobreza. Por eso la sociedad debería reflexionar sobre su grado de humanidad, debería preguntarse si de verdad se presta toda la ayuda posible a estos países, que con sus pésimas infraestructuras e ínfimos recursos sufren catástrofes de este calibre, y cuyos habitantes quedan condenados a sobrevivir en un país totalmente devastado.— Javier Esteban López. Alcorcón, Madrid.