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Blogs / El Viajero
El viajero astuto
Por Isidoro Merino

Consultorio viajero: “¿Un bukake es lo mismo que un karaoke?”

Isidoro Merino

Aquí estoy de nuevo para intentar responder a vuestras dudas viajeras o lo que se os ocurra. Sólo tenéis que enviarme un mensaje a elviajeroastuto@gmail.com. También podéis dejar preguntas en los comentarios de este blog.



Pili:
Hola, Viajero Astuto. El mes que viene viajaré a Japón y tengo un par de dudas que no me resuelve la Lonely Planet: ¿Un bukake es lo mismo que un karaoke? ¿Pachinko es una raza de perros? Muchas gracias.


Querida Pili, barrunto que tu pregunta va de coña. O vives en los mundos de Yupi, y entonces no deberías viajar tan lejos. Bukake no es ni un tipo de karaoke ni una marca japonesa de cosméticos, aunque tenga que ver con lo facial y las toallitas limpiadoras. Como aquí no puedo colgar un vídeo sobre el tema, te remito a este artículo.

Los pachinko te los encontrarás en cualquier ciudad de Japón, sobre todo en Osaka. En el distrito de Dotombori hay decenas de ellos, salones de juego frecuentados por oficinistas, con filas de máquinas llenas de luces parpadeantes, entre pinballs y tragaperras. Cada jugador compra una cantidad de bolitas de acero y luego las va insertando en una máquina que las rebota y distribuye como le da la gana. La mayoría cae al fondo sin dar ningún premio, aunque a veces alguna acierta en el premio proporcionando más bolas. Las bolitas ganadas se pueden canjear por pequeños electrodomésticos o juguetes, a veces también por dinero. Algunos jugadores hace cola desde primeras horas de la mañana, antes de que abran, para poder coger sitio en su good machine, su máquina fetiche que creen que les traerá suerte.


IsabelTe:
Buenos días Isidoro. Me han dicho que en México los españoles tenemos fama de codos y amarrados, que es como llaman allí a los tacaños. ¿Somos realmente tan ratas? ¿Cuánto habría que dejar de propina? Gracias.

Querida Isabelte, en México, como en Estados Unidos, las propinas son una parte importante del salario, por lo general muy bajo, de los empleados de hostelería, y la costumbre es dejar siempre entre el 15% y el 20% del importe de la cuenta. Muchos de los españoles que viajan a destinos como la Riviera Maya desconocen esta circunstancia y se limitan a dar uno o dos euros, lo mismo que en España. Las costumbres varían mucho. Si dejas propina en un bar de Tokio, el camarero probablemente te seguirá hasta la calle para devolvértela. Si no la dejas en un diner de Brooklyn (Nueva York), también saldrán detrás de ti, pero para exigírtela mientras te señalan el letrero que cuelga de la pared: "Tipping is not a city in China" (la propina no es una ciudad de China, en inglés). En algunos países constituye una parte muy importante (en ocasiones, incluso el total) de los ingresos de quien la recibe, así que si estás tentado de no dejar nada por aquello de que "la propina envilece", recuerda el célebre diálogo entre Greta Garbo y el botones de su hotel en la genial comedia de Lubitsch Ninotchka:

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FelizyRelajado: ¿Es legal que te toque en el asiento de al lado un tipo de 200 kilos y no te quede más remedio que cederle la mitad de tu espacio vital?


Querido FelizyRelajado, relájate y piensa que sería peor que te tocase en el asiento de delante y le diese por reclinar el respaldo. Si el pasajero de al lado te roba tu espacio vital, puedes hacer como de pasada un comentario sobre “ese herpes tan contagioso” que te ha salido en las muñecas. Por si te sirve de consuelo: algunas compañías, como la estadounidense United Airlines, obligan a los pasajeros que no caben dentro del asiento o no pueden abrocharse el cinturón de seguridad a pagar dos billetes si no quedan asientos libres.

Ibai: Buenas!! Viajo a Perú el próximo mes de junio. Me encanta visitar sitios curiosos, restaurantes frikis, etc... ¿Alguna recomendación? ¿Algo diferente y menos turist en la zona de Cusco? ¡Gracias! Te sigo en tu blog.

Querido Ibai, muchas gracias por seguirme, ya me caes bien. Hace años que no viajo a Perú, así que he preferido pasarle la pelota a nuestro viajero urbano en Cuzco, Manuel Vera Tudela Wither, que me acaba de mandar esta estupenda guía Cusco Freak:

"Comida: lo primero que te sugiero es el cuy. En España lo llaman conejillo de indias y lo quieren como mascota doméstica. Acá en Cusco lo quieren bien cocinado y en cada celebración familiar. El Cuy es el plato más típico de esta región. A mí no me parece que sea para tanto, me sabe a pollo. Los mejores cuyes se encuentran en Tipón, a 22 kilómetros al sur de la ciudad. En la plaza Limacpampa pasan combis o buses públicos (otra gran experiencia peruana) que te llevan allá en menos de una hora por menos de medio euro.

A mí me encantan las picanterías. Son restaurantes donde sirven comida tradicional y se puede tomar chicha, una bebida fermentada de maíz que se prepara en esta parte del mundo desde hace siglos. La tomaban los Incas en ceremonias y ofrendas a la tierra, y también en el día a día, acompañando la faena. La comida tradicional suele ser cuy, pero también el rocoto relleno (picante-picante), y la carne frita con papas, habas, maíz, papas, hierbas aromáticas (hierba buena, huacatay) y salsa picante. Hay una muy buena en Carmen Alto 161, San Blas, pero yo las prefiero en el Valle Sagrado, en Urubamba. También te recomiendo desayunar o almorzar en los mercados.

Bares y discos

Te recomiendo La Esencia (está en Facebook). Es de los pocos lugares que no te pondrá Daddy Yankee por la noche. Todos los días ofrecen teatro, música, cuentacuentos, películas... Y sirven mates (infusiones) de hierbas aromáticas de la zona de Cusco, preparadas por el mismo dueño del local. Es un lugar muy acogedor y poco conocido. Queda en Calle Arequipa 266, segundo piso. La entrada es gratis. El Ukukus es otro buen lugar para ir, aunque linda entre lo local y lo turístico y no sé si es eso lo que quieres. Siempre hay música en vivo por la noche y después se puede bailar como loco. Queda en la calle Plateros 316.

En San Blas, el llamado “Barrio de los Artistas”, tienes el Km. 0 y el Laggart Club juntitos, al comienzo de la calle Tandapata. Si quieres algo muy loco anda a tomar un Inkaria a calle Suecia (a una cuadra de la plaza de Armas), pero solo uno, en serio. Es un macerado en aguardiente de más de veinte plantas. Al comienzo es rico, luego no sabes lo que estás tomando y estás mareado o volando o quién sabe qué.

Excursiones alternativas:

Te recomiendo ir a Tipón, donde hay unas espectaculares ruinas incas a las que va muy poca gente. De hecho es uno de mis lugares favoritos. Es un complejo arquitectónico dedicado al agua, una obra maestra de ingeniería hidráulica. Además, cerca está la montaña Pachatusán (acá se les llama APU, que significa montaña sagrada porque se cree que viven espíritus en ellas). De corazón creo que una de las mejores formas de conocer la esencia de Cusco es por medio de sus montañas. Tal vez solo viéndolas o incluso animándose a hablarles. Ellas responden. Anímate. Cerca de Tipón (20 minutos en carro, volviendo a Cusco) está Huasao, el pueblo de los curanderos. Allá te pueden hacer lectura de oráculo con hojas de coca, limpieza energética y cosas así. De vuelta en Cusco, si quieres ver algo muy raro, puedes visitar al Niño Compadrito, un feto humano al que se le atribuyen virtudes milagrosas. La gente le tiene mucho respeto y no se habla mucho de él. Pero se le puede visitar. Dicen que un cura le dijo “cara de mono” y que murió a los pocos días en un accidente, así que vaya con cuidado. Queda en Tambo de Montero 182.

Si es sábado visita el Baratillo, que es el mercadillo de pulgas más extravagante del Perú. Está en el barrio de Santiago. Hay de todo y para todos. Muy cerca de ahí está el cementerio de la Almudena, el más viejo de Cusco, con grandes mausoleos y esculturas de mármol. Vale la pena visitarlo. Si te gusta andar puedes hacer la ruta del Antisuyu, el ramal oriental del Camino Inca. La ruta empieza en la plaza de Armas de Cusco, sube hacia San Blas y termina donde tú decidas. Pura naturaleza, campos, pueblos... Un fuerte abrazo con agua (llueve en este preciso momento) desde Cusco. Manuel”.

Podéis enviar aquí vuestras preguntas. El consultorio del viajero astuto es como el de la pitonisa Lola, pero gratis.

Comentarios

La propina será obligatoria en mucho paises, pero no por ello deja de ser injusticia social, toda vez que pagamos por la comida y por el salario del trabajador, en lugar de hacerlo quien se lucha con su trabajo.http://casaquerida.com/2015/04/10/los-a-la-derecha-firmantes/
jajaja, muy bueno
Es fundamental que haya propinas en los paises menos desarrollados. Cuando estuve en Tegucigalpa la gente se "mataba" por una propia y gustosamente las di... http://yotuguiaturismo.com/que-ver-en-tegucigalpa-haciendo-turismo/

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Sobre la firma

Isidoro Merino
Redactor del diario EL PAÍS especializado en viajes y turismo. Ha desarrollado casi toda su carrera en el suplemento El Viajero. Antes colaboró como fotógrafo y redactor en Tentaciones, Diario 16, Cambio 16 y diversas revistas de viaje. Autor del libro Mil maneras estúpidas de morir por culpa de un animal (Planeta) y del blog El viajero astuto.

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