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Violeta Andic, la heredera de Mango triunfa a lo grande

Al año de su creación, su firma de tallas a partir de la 40 está presente en más de 90 puntos de venta. La sobrina de Isak Andic, fundador de la marca catalana Mango, empezó poniendo alarmas a las prendas. Hoy encarna junto a su primo Jonathan el futuro del grupo textil español con mayor presencia internacional

Carmen Mañana
Violeta Andic, directora de Violeta by Mango.
Violeta Andic, directora de Violeta by Mango.Álvaro García

En el universo de los grandes imperios existen dos tipos de herederos. Los que invierten su tiempo en dilapidar una fortuna que no han ayudado a amasar y los que se preparan para multiplicarla. Violeta Andic pertenece a este último grupo. La sobrina de Isak Andic, presidente del grupo Mango, es a sus 30 años directora de Violeta, una firma de ropa que va de la talla 40 a la 52. Junto a su primo Jonathan, vicepresidente de la compañía, encarna la nueva generación de una empresa que prevé facturar 3.274 millones de euros en 2017, según sus propias estimaciones. En sus manos está el futuro de la cadena textil española con mayor presencia internacional: 2.700 puntos de venta en todo el mundo. Pero Violeta Andic parece más concienciada que abrumada ante semejante legado.

El miércoles presentó la colección cápsula que Vicky Martín Berrocal, imagen de Violeta y diseñadora, ha creado para la marca que acaba de cumplir un año. El hecho en sí no parece muy noticioso, pero tanto ella como su primo han heredado de Isak Andic una alergia congénita por los flashes. El presidente de Mango ha ofrecido contadas entrevistas desde que fundara su firma hace 31 años y de su sobrina, apenas se encuentran imágenes en actos públicos. “Creo que mi trabajo es el que tiene que hablar por mí. Si salgo es solo para ayudar a vender”, explica. Frente a los medios convocados en la boutique de la madrileña calle Velázquez, la directiva apenas pronuncia un par de frases. Deja todo el protagonismo a Martín Berrocal, que recoge el guante encantada.

Embarazada de siete meses,  Andic lleva un vestido de Violeta para esta primavera y unas plataformas razonablemente altas. Mientras departe con su equipo da la impresión de ser el tipo de líder que ejerce el poder con calma. “Hay una cosa que he aprendido desde pequeña y que está en el ADN de la empresa: no tiene que salir todo bien. No puede. Para llegar donde han llegado mi tío y mi padre han tenido que arriesgar: unas veces les ha salido bien y otras, no. Como emprendedor no puedes tener miedo a equivocarte, no pasa nada. Pero hay que reconocer el fallo y analizarlo para que no se repita. Aprender y poner solución. Esa es la clave”, argumenta.

La prueba está en que en 2014 Mango decidió retirarse de cinco mercados y replegar su presencia en China.

Su trayectoria profesional ejemplifica la filosofía Mango, o lo que es lo mismo la filosofía Andic. “La idea es aprender desde abajo para poder llevar -si demuestras tu valía y los resultados te acompañan- un equipo y un proyecto”, cuenta. Al menos sobre el papel, la carrera de la directora de Violeta responde a este plan.

Vicky Martín Berrocal, imagen de la colecciónp para esta primavera de Violeta by Mango.
Vicky Martín Berrocal, imagen de la colecciónp para esta primavera de Violeta by Mango.

Durante los veranos de su adolescencia Violeta Andic trabajó en distintas tiendas de Mango. El primero, según cuenta, lo pasó encerrada en un almacén poniendo y quitando alarmas a las prendas. Después, fue ascendida a dobladora de ropa, dependienta, responsable de la caja. Pero cuando terminó el instituto, la moda no estaba en sus planes. “Las ciencias se me daban muy bien así que me matriculé en Farmacia, que era algo que me llamaba mucho la atención por aquel entonces”. Un imperio textil frente a ella y Andic quería trabajar en un laboratorio. “Mi familia no me puso ningún impedimento. Querían que hiciese lo que me gustaba. No hubo presiones. Pero después del primer año me di cuenta de que no era lo mío”, se ríe.

Lo suyo resultó ser lo que había mamado en su casa. “Recuerdo que los viernes y los sábados se transmitía lo que había vendido cada tienda por fax o directamente a través del teléfono fijo de casa. Veía a mi padre [Nahman Andic, vicepresidente de la compañía hasta hace dos años] apuntar los resultados a mano y poner caras, según fuesen buenas o malas. Me quedaba mirándole fascinada”, cuenta.

Recuerdo a mi padre [Nahman Andic, vicepresidente de la compañía hasta hace dos años] apuntando los resultados de cada tienda a mano. Me fascinaba

Andic recapacitó, cambió las clases de Química por Administración y Márketing, y se incorporó a la compañía, hace ahora ocho años. La posibilidad de foguearse antes en otras marcas, lejos del paraguas familiar, ni siquiera se barajó. “Querían que entrara de inmediato”, aclara. Después de un breve periodo en el departamento de compras, pasó a dirigir el de colecciones especiales: propuestas adaptadas a mercados como el árabe, el nórdico o el asiático. “Se trataba de elaborar productos que respondiesen a sus necesidades [mangas largas en Oriente Medio, tejidos más gruesos para Noruega] y que ayudasen a que estos países cumpliesen sus objetivos de facturación”.

Esta experiencia constituyó una “base fundamental” para la directiva. Asegura que “viajando es como uno se empapa de lo que quiere cada país, lo que función en las tiendas”.

En 2012 llegó el encargo más importante de su tío y jefe: buscar una plataforma para explotar ese inmenso mercado que se abre más allá de la talla 44 y que las marcas han ignorado durante décadas. Solo en Estados Unidos, las compradoras plus size (tallas grades) generaron en 2013 ventas por valor de 15 millones de euros, según Forbes.

Tras solo un año de vida, Violeta ya está presente en 93 puntos de venta en Rusia, Italia, Alemania, Francia y España. Ahora prepara una línea de baño y otra de prendas reductoras y acaba de lanzar un perfume. La clave de estos resultados está, según Andic, “en el rango de precios, calidad, y el diseño”. También el planteamiento técnico del proyecto. “Coger una prenda de Mango y ampliarla hasta la talla 52 no hubiese funcionado. Necesitas estudiar muy bien los volúmenes y un patronaje diferente”, argumenta la directora.

Andic reconoce que les ha beneficiado el hecho de que su marca surgiese casi de forma paralela al llamado movimiento curvy. Los blogs de moda dirigidos a mujeres con tallas superiores a la 44 se han multiplicado en los últimos meses. Y las modelos que encajan en estas medidas han comenzado a incorporarse de forma tímida pero cacareada a las campañas publicitarias y reportajes fotográficos de las revistas. Su reto ahora es consolidar la marca. “El éxito de mi familia me hace sentir responsabilidad. Pienso: No puedo fallar, tengo que lograrlo en cada proyecto que me propongan”, sentencia.

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