Príncipe saudí vende triplex en Manhattan por 43 millones

La torre Heritage es uno de los edificios más exclusivos en la isla de Manhattan, y eso pese a que no tiene las espectaculares vistas a Central Park de otros complejos reservados para las fortunas que pagan en efectivo. Este mira al río Hudson y ahí es donde tiene su “nido” de casi 1.000 metros cuadrados, repartidos en tres plantas, el príncipe saudí Nawaf bin Sultan bin Abdulaziz Al-Saud.

El triplex, que junta seis apartamentos, está en venta por 48,5 millones de dólares (43,3 millones de euros). Un espacio así da para tener un gimnasio, una bañera de hidromasaje con vistas en la que caben hasta seis personas, una habitación para jugar al billar con un enorme acuario de agua salada para medusas, una sala para fumar puros, barra de sushi, varias terrazas que miran al Riverside Park y su propia fuente.

El tramo a las orillas del Hudson que va desde la calle 57 a la 72, a espaldas del Lincoln Center, es conocido por los agentes del sector inmobiliario de la ciudad de los rascacielos como “el corredor de los multimillonarios”. Es una zona donde durante la última década se levantaron edificios modernos, en un proyecto liderado por Donald Trump para dar nueva vida a los embarcaderos abandonados.

La lujosa residencia sale al mercado con una importante rebaja, de unos 25 millones, tomando como referencia el precio al que se ofrecía hace dos años y medio ese mismo espacio. El nombre del propietario en estos casos nunca sale a la luz, pero el secreto fue revelado a raíz de una demanda aún pendiente, relacionada con la venta de otro apartamento en el mismo condominio.

El triplex de cuatro habitaciones ocupa el quinto, el sexto y el séptimo piso del The Heritage, de acuerdo con la agencia inmobiliaria Douglas Elliman, encargada de buscar comprador junto a la firma Nets Seekers International. El complejo de la inmobiliaria Trump Palace tiene 31 plantas. Los agentes dicen que está en venta porque el dueño casi no la usa.

El príncipe Nawaf bin Abdul Aziz cumplirá 83 años de edad el próximo agosto. Su vida está confinada a una silla de ruedas desde hace 13 por un derrame cerebral, durante un encuentro de la Liga Árabe en Beirut. Es conocido por haberse puesto al frente de la inteligencia exterior del reino solo 10 días antes de los atentados del 11-S. Pero debido a su estado de salud, dejó el cargo en 2005.

Como otros miembros de la casa real árabe, se formó en EE UU. Se le consideraba como uno de los principales aliados del difunto rey Abdalá, aunque no está clara la influencia que pudiera haber tenido en sus decisiones habiendo ocupado un puesto de asesor equivalente al de un ministro. Lideró proyectos de desarrollo económico y es un firme defensor de la energía solar.

El futuro propietario no solo tendrá que pagar 50.000 dólares por metro cuadrado para adquirirla, casi cuatro veces más de la media en el Upper West Side. El gasto de comunidad se acerca a los 19.000 dólares mensuales (poco más de 17.000 euros al mes) y los impuestos rondan los 84.000 dólares al año. Cantidades ridículas para una familia que debe su ingente fortuna al petróleo, incluso cuando el mercado tira a la baja.