El tratado (TTIP) o la vida
El pasado miércoles, 21 de enero, asistí a una conferencia donde varios ponentes explicaron cómo va a afectar negativamente el Tratado de Comercio TTIP a diferentes aspectos como es el de los alimentos con la entrada masiva de transgénicos o de sustancias perjudiciales actualmente prohibidas, el medioambiental con la implantación del peligroso fracking,o el laboral con la rebaja de las ya precarias condiciones laborales actuales.
Explicaron que el tratado NAFTA, que ya lleva implantado 20 años, ha supuesto la pérdida de 2 millones de empleos en EE UU y México, así como la destrucción de los servicios públicos de México o la perdida total de soberanía de los Gobiernos a manos de las multinacionales en Canadá. La conclusión es que el TTIP supondrá las mismas pésimas consecuencias para Europa. En resumen: este tratado de aprobarse dará todas las facilidades a las grandes empresas multinacionales, en detrimento de los derechos de las personas y de las pymes. Desgraciadamente, en aquellos aspectos en que la normativa europea es más protectora con los consumidores o trabajadores, serán implantadas las leyes de Estados Unidos y viceversa, todo con tal de rebajar aún más los estándares de seguridad laboral, sanitaria, alimentaria, medioambiental y otros muchos aspectos, para que las grandes empresas transnacionales sigan obteniendo pingües beneficios. Me escandaliza, pero no me sorprende la falta de interés de nuestros Gobiernos por el bien común. Está claro que debe ser la sociedad civil organizada la que se informe y vele por sus derechos. Por eso animo a todas las personas a decir no al TTIP, ¡nos va la vida en ello!— Patricia Rodríguez Olalla.
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