Por un 2015 diferente
Despedimos 2014 con el sabor agridulce que nos deja un año lleno de contrastes en los que hemos apreciado algunos signos de recuperación económica, moderado crecimiento del empleo y algún aumento en afiliados a la Seguridad Social. Al otro lado de la balanza, nos hemos encontrado con significativos casos de corrupción, la tensión con Cataluña, la aparición de Podemos en el panorama político o las dimisiones de Gallardón y Torres-Dulce; acontecimientos que no dicen nada a favor de las políticas adoptadas por el Gobierno.
Si, como pronostica Rajoy, el año 2015 va a ser un año de progreso, no debe conformarse sólo con ver que la macroeconomía española, tan necesaria para todos, pueda evolucionar positivamente. También sería deseable que el presidente Rajoy cortara de raíz la corrupción y que estableciera políticas de consenso para llevar a cabo reformas institucionales que fueran capaces de lograr la armonía entre todos los ciudadanos, incluidos los residentes en la Comunidad catalana, y que los españoles pudiéramos recuperar la confianza en los políticos.— José-Benigno Pérez Rico.
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