_
_
_
_
_

Aprenda a ser bloguero de moda de éxito

Lo que hace pocos años empezó como un ‘hobby’ hoy es también una profesión que tiene sus propias celebridades

El bloguero Pelayo Díaz.
El bloguero Pelayo Díaz.Juan Naharro Gimenez (Getty Images)

Hace mucho que dejó de ser un mero hobby. Nueve de cada diez blogueros aspiran a convertir su afición en profesión, según un estudio de 2012 de la Asociación Empresarial del Comercio Textil (ACOTEX) y la Asociación Española de Blogs de Moda (AEBDM). “Luchamos para que sean reconocidos como profesionales. Dedican esfuerzo y horas de trabajo”, explica Carolina Guerrero, presidenta de la AEBDM. Frente a periodistas, estilistas y otros perfiles de la industria, los blogueros de moda cumplen otra función. “Comunican sus experiencias y opiniones, siempre desde un punto de vista personal”, añade.

La personalidad, y no la información, es la clave del éxito. “No necesitan tener conocimientos sobre moda. Deben ser expertas en combinar ropa o en cualquier nicho relacionado y, sobre todo, saber comunicarlo de un modo cercano y absolutamente individual”, apunta María Giraldo, periodista y organizadora de las Jornadas Anuales de Blogs de Moda, que ya van por su cuarta edición.

La espontaneidad y la inexperiencia fueron los valores que hace algunos años convirtieron a ciertos blogueros en figuras indispensables en desfiles, fiestas y presentaciones. “Las marcas los adoran porque hacen crónicas inmediatas de sus productos que no pasan por ningún filtro”, explica Giraldo. “Incluso hay convocatorias que ofrecen más ventajas para la cobertura en blogs que en revistas”. Seis años después del boom, algunos de sus protagonistas ostentan hoy la categoría de celebridades. Un estudio realizado en verano por la revista Women’s Wear Daily afirma que los más famosos llegan a embolsarse más de 30.000 euros por asistir a un evento y hasta 4.000 por subir la imagen de un producto en su perfil de Instagram. En España no se conocen las cifras, pero sí que muchos se ganan muy bien el sueldo. “La mayoría no vive literalmente de su plataforma, pero estas son una herramienta indispensable para convertirse en imagen de alguna firma o afianzar otras profesiones”, apunta Giraldo.

Es el caso, entre otros, de Erea Louro. Su bitácora, All that she wants, comenzó como una afición que compaginaba con sus estudios de Comunicación de Moda. Hoy trabaja como estilista. “Es un arma de doble filo. Por un lado me ha servido como porfolio para mostrar mi trabajo. Por otro, algunos profesionales menosprecian tu labor cuando les dices que tienes un blog”, matiza.

Si los blogueros nacionales suelen ejercer como fotógrafos, modelos o dj’s, ahora tienen otra profesión en su currículo: profesores. A principios de semana, Pelayo Díaz anunciaba en las redes sociales su último proyecto: una master class (27, 28 y 29 de noviembre) en el Hotel Villamagna de Madrid cuyo fin es formar a los asistentes que paguen los 1.500 euros en cuestiones como la selección de eventos, el perfeccionamiento de la pose o la negociación con marcas.

Formado en la escuela de Diseño Saint Martins de Londres, Pelayo ha trabajado durante varios años creando la línea de accesorios de su expareja, el diseñador David Delfín. Pero gracias a su blog, Katelovesme, este asturiano ha logrado colaborar con enseñas de la talla de Alexander McQueen o Loewe —esta semana estaba trabajando en Nueva York y le resultó imposible aportar más información sobre su próximo curso—.

Para contactar con Pelayo hay que pasar por su asistente, Juan López. Y es que los blogueros de referencia ya cuentan con el apoyo de agentes y representantes, como cualquier celebridad. En España, agencias como Okiko Talents gestionan las agendas de Gala González (Am Lul) o del dúo Cup of Couple. “Ellos no tienen que ser expertos en comunicación. Nosotros filtramos las ofertas que les llegan, no solo siguiendo criterios económicos, también de imagen”, explica Ana Fernández Pardo, profesora, autora del libro El backstage de los egoblogs y representante de las blogueras Necklace of Pearls y 100vestidos.

Fernández es una de las docentes del Campus Blogger, un curso lanzado por la revista Elle y la Universidad Complutense de Madrid encaminado a “enseñar todo lo relacionado con el posicionamiento digital, los tipos de formato y las estrategias de marketing”, explica. “Al fin y al cabo, a todo el mundo le gusta ser leído. Y son las marcas las que sustentan el éxito de un blog”. Y es que la oferta formativa crece exponencialmente. Desde la Asociación de Blogs de Moda realizan conferencias y están comprometidos con la formación; el año pasado, bajo el título Ser una top blogger, la Universidad de Navarra llevó a cabo unas jornadas en las que participaron marcas y celebridades digitales; la plataforma Woguers realiza anualmente cursos sobre promoción y monetización de bitácoras de moda, y la escuela Idacem ofrecerá el día 20 la master class Gestiona tu blog con éxito, impartida por tres reconocidos de la materia.

“En mi opinión, no se puede enseñar el éxito porque no hay fórmulas. Lo que hace a un blog especial es la espontaneidad. El público debe ver a través de tu página cómo vas aprendiendo y creciendo”, asegura María Giraldo. La periodista apunta, además, hacia una progresiva pérdida de credibilidad. “La oferta se ha disparado, y el aumento de patrocinios ha hecho que la audiencia, en algunos casos, ya no sea tan fiel”. Ya no basta con crear un blog, se necesita algo más para profesionalizarlo. “No hay que ocultar que este es tu trabajo. No puede haber engaño con las colaboraciones”, concluye Fernández. La naturalidad (o su apariencia) no solo engrosa cuentas corrientes. Ahora también se enseña en las aulas.

Regístrate gratis para seguir leyendo

Si tienes cuenta en EL PAÍS, puedes utilizarla para identificarte
_

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_