Aprender ruso: todo por el turista
El aumento de viajeros euroasiáticos en Tarragona dispara el aprendizaje del idioma
Primero fue el inglés en Mallorca, después el alemán en Málaga, y ahora Tarragona quiere aprender ruso. No es de extrañar. Uno de cada dos turistas que desembarcan en sus playas provienen de Rusia. Comerciantes, hosteleros y hasta la policía de la provincia se esfuerzan por aprender una lengua tan diferente, o al menos los conceptos básicos que les ayuden a entender mejor a los miles de turistas rusos que les visitan. El visitante no se tendrá que esforzar. En las tiendas ya cuelgan los carteles escritos en su idioma y las autoridades han dado incluso un paso más: han traducido sus formularios para que los viajeros puedan denunciar fácilmente robos y pérdidas de objetos. Todo para fidelizar a estos visitantes que se caracterizan por tener un alto poder adquisitivo. Todo para que vuelvan.
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