Los caros regalos de la abuela Isabel
Guillermo de Inglaterra recibe las primeras críticas por el coste de la reforma del palacio de Kensington y el helicóptero de 10 millones que recibió en su cumpleaños
Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton conforman la pareja más popular de la monarquía británica. Ambos, junto a su hijo Jorge, acaparan las portadas de los medios de comunicación cada vez que aparecen en público. Todo ello con el beneplácito de Buckingham Palace. No es un secreto que la pareja es la favorita de Isabel II y por eso cuentan con toda su complicidad. La gente también les quiere, al menos hasta ahora. El pasado fin de semana el diario The Independent publicó un sondeo según el cual el hijo de Carlos y Diana es el miembro de la realeza más popular de Reino Unido, con un apoyo del 68% de los encuestados, frente al 63% de respaldo obtenido por la reina y el 43% logrado por el príncipe de Gales.
Por eso durante sus tres años de matrimonio Guillermo y Kate apenas han escuchado voces críticas a su alrededor. Pero las obras de remodelación de su nuevo hogar han provocado una fuerte polémica por su elevado coste. Lo que iba a valer 1 millón de libras va a costar al final 4, es decir, 5 millones de euros, dinero que saldrá de las arcas públicas. La información la ha facilitado el Gobierno de David Cameron siguiendo con la transparencia a la que se acostumbra en Reino Unido con todo lo que tiene que ver con la familia real.
La reina decidió que el heredero del heredero se instalara con su esposa en el palacio de Kensington y, en concreto, en el apartamento 1A que en su día ocupó la fallecida hermana de Isabel II, la princesa Margarita. Y allí se instalaron poco después de que llegara al mundo su hijo Jorge, que cumple el mes próximo un año. Lo que se llama apartamento es una casa de cuatro pisos, con 30 estancias, de ellas nueve son baños.
El deteriorado estado de la mansión, en la que no se realizaban obras desde hace 50 años, ha obligado a una profunda restauración. Según la información facilitada por la casa real británica ha sido necesario realizar una nueva instalación eléctrica, cambiar las tuberías del agua y reparar el tejado en su totalidad. Además, todos los trabajos se han tenido que realizar con el visto bueno de los responsables de Patrimonio del Estado ya que Kensington es un edificio protegido, lo que ha encarecido aún más el presupuesto.
“Esta es la única residencia oficial que los duques de Cambridge van a tener en muchos años”, ha justificado un portavoz real en vista de las críticas. La más contundente, la pronunciada por la presidenta del comité de cuentas públicas de la Cámara de los Comunes, Margaret Hodge. “Este dinero sale de las arcas públicas en un momento de gran austeridad y tengo dudas de que esta decisión haya sido bien vista por la gente”, ha dicho.
Las cifras de la reforma se han elevado tanto que Guillermo y Kate han decidido finalmente pagar de su bolsillo la decoración. Así que los muebles, cortinas y alfombras corren por su cuenta. Pero con ello no acaba la polémica en torno a los gastos de los duques.
La familia real británica, eso sí de su dinero privado, también está pagando por las mejoras que se están realizando en el pabellón que la reina regaló a su nieto en los terrenos del palacio de Sandringham, en la zona de la costa de Norfolk, donde la familia real acostumbra a pasar parte de sus vacaciones. Esta casa de campo tiene 10 habitaciones, una pista de tenis y piscina.
En medio de esta polémica ha trascendido otro regalo espléndido de Isabel II a su nieto con motivo de su 32 cumpleaños, que celebró el pasado día 21 de junio: un helicóptero valorado en 10 millones de euros. Un portavoz de la reina ha restado importancia a la compra y ha asegurado que el aparato no solo será usado por Guillermo para sus desplazamientos si no por otros miembros de la familia real. Isabel II, según Forbes, tiene una fortuna estimada de 400 millones de euros.
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