Wintour ya es una pieza de museo
La temida editora de ‘Vogue’, máxima benefactora del MET, bautiza con su nombre la galería que la institución neoyorquina dedica al mundo de la moda
A la temida Anna Wintour no le gusta ser el centro de atención. Lo desveló Michelle Obama el lunes en Nueva York cuando inauguró el nuevo espacio que su amiga la editora de Vogue tiene en el Museo Metropolitano de Nueva York para exposiciones dedicadas a la moda. “Lo estará pasando mal”, añadió. A su lado, Wintour se tapó la cara con las manos y, cuentan, que se le escapó alguna que otra lágrima. Como testigos de la escena, los más prestigiosos diseñadores: Marc Jacobs, Donatella Versace, Stella McCartney u Oscar de la Renta. Todos aquellos que temen sus críticas cuando presentan sus colecciones sobre la pasarela.
Wintour ha hecho méritos para recibir este honor. Desde hace años la periodista impulsa muchas de las exposiciones de moda que en el MET se organizan, entre ellas la que se dedicó a Alexander McQueen poco después de su muerte. Además asumió el liderazgo para lograr los fondos con los que acometer las obras de renovación de este espacio, recaudando unos 90 millones de euros.. Y es que si además de moda de algo sabe Wintour es de movilizar los bolsillos de los que más tienen. Con su ayuda, Barack Obama logró importantes aportaciones a sus campañas electorales. Tal fue su apoyo que incluso se llegó a barajar la posibilidad de que fuera nombrada embajadora en el Reino Unido, su país de origen. Pero Wintour ha seguido ligada al buque insignia de Condé Nast ampliando cada vez más su poder e influencia.
“La misión de este nuevo espacio es enseñar que la moda no es solo un club selecto para unos pocos que pueden acudir a una pasarela o comprar en ciertas tiendas. Este centro es para todo aquel que tenga curiosidad por la moda y por cómo impacta en nuestra cultura y nuestra historia”, explicó Michelle Obama antes de cortar la cinta del nuevo recinto. Y añadió: “Si estoy aquí hoy es por ella. Estoy aquí porque tengo tanto respeto y admiración por esta mujer a la que me siento orgullosa de llamar mi amiga”.
Después de dos años de obras el Anna Wintour Costume Center ha abierto sus puertas con las galerías Tisch (de 390 metros cuadrados) y las Barrer Aptel (50 metros cuadrados) como principales espacios. Las nuevas instalaciones contarán además con una colección de más de más de 35.000 vestidos y accesorios y 30.000 libros y revistas del mundo de la moda se apilarán en sus biblioteca.
Pero Wintour sigue trabajando. Su siguiente proyecto lo hará en colaboración con la primera dama de Estados Unidos, que quiere abrir un taller de moda en la Casa Blanca. “Anna y yo estamos trabajando en ello. La idea es enseñar a la gente joven lo que necesita para triunfar y lo importante que es para ello que se comprometan con su educación", aseguró. “Ella entiende que aquellos de nosotros que hemos sido bendecidos con oportunidades para triunfar tenemos la obligación de devolver esa bendición y acercar a otros adonde estamos nosotros. No solo con palabras de alabanza, sino con significativo y permanente apoyo".
Por la noche Wintour se vistió de Chanel para asistir a la gran gala del MET que este año homenajeó a Charles James, el que fuera uno de los renovadores de la moda estadounidense, genio de la ingravidez de las telas y de la ingeniería del patronaje. Por la alfombra roja pasaron todos los que tienen que decir algo en el mundo del glamour. Desde Lupita Nyong'o, elegida la mujer más guapa por People, hasta Beyoncé o Cara Delevingne. Karolina Kurkova. Karlie Kloss, Naomi Campbell, Giselle Bundchen y Ditta Von Teese compitieron con sus elegantes trajes. Pero fue la pareja formada por Charlize Theron y Sean Penn la que acaparó todas las miradas en su primera aparición oficial de la mano.
Madonna, en cambio, se quedó en casa. Colgó una foto en Instagram casi desnuda con un mensaje para Anna Wintour: “¡Lo que quería llevar a la Gala del Met pero Anna (Wintour) dijo: ‘ No".
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