Sobre Shakespeare, estrés y compromiso
Intérprete en 'Julio César' y director en 'Continuidad de los parques'. El teatro español celebra el auge de Sergio Peris-Mencheta
Apenas tiene que pensar las respuestas: tiene claro lo que quiere decir y no da muestras de inseguridad o titubeo en su discurso. Sergio Peris-Mencheta triunfa actualmente con Julio César en el Teatro Bellas Artes de Madrid, dando vida a Marco Antonio en un espectáculo que estárá en la capital española hasta el 2 de marzo. Entre función y función, ensaya su próxima producción teatral: Continuidad de los parques (estreno: el 14 de marzo en el Teatro Armando Palacio Valdés, de Avilés). En esa ocasión, sin embargo, cambia el rol de intérprete por el de director.
Pregunta. Julio César le está dando muchas alegrías. ¿Esperaba una respuesta tan positiva?
Respuesta. Bueno, la primera respuesta positiva es que de repente se montó una gira. Para mí, la palabra “gira” había pasado a ser castellano antiguo y poder tener una como la que hemos tenido ha sido maravilloso. Recalar en Madrid, aun más en un teatro como el Bellas Artes, que creo que acoge muy bien el espectáculo, y ver la respuesta del público, no deja de sorprenderte. Es Shakespeare, es un clásico, y además habla de un personaje como Julio César.
P. En un reparto formado solo por hombres, ¿se echa de menos la compañía femenina?
Siempre he dicho que no a dirigir cosas por encargo, excepto con 'Un trozo invisible de este mundo"
R. Se echa de menos, lo que pasa es que tenemos una sastra maravillosa y una regidora espectacular que nos dan, digamos, el toque femenino en la gira y ahora, además, se ha incorporado también la ayudante de dirección, que también es una mujer. Paco [Azorín, el director] tiene mucha sensibilidad, tiene un lado femenino artístico muy sensible, con lo cual creo que tanta testosterona estaba muy bien compensada. Paloma Bomé es la figurinista, la que ha hecho el vestuario, con lo cual estábamos bien rodeados de mujeres. Ha habido algo, desde el principio, donde la energía femenina estaba pululando. Está ese background femenino. Detrás de todo gran montaje de hombres, hay grandes mujeres.
P. Le han dado el premio CERES 2013 al mejor director de escena. ¿Qué supone este reconocimiento para alguien con una carrera tan breve como director?
R. Lo primero de todo, me parece que es un riesgo bastante importante que han corrido los críticos que formaban el comité de selección de los premiados. Y me siento muy agradecido. Yo, que generalmente los critico bastante; soy crítico con la crítica, sobre todo cuando no es constructiva, cuando es una crítica que destruye por destruir y que no está aportando nada ni valorando lo que sí hay. Me sentí muy honrado por ello y también me dio la oportunidad de poder expresarme. Me parece importante defenderla justicia en el ámbito de la cultura, la educación, la sanidad, etcétera.
Recordemos su discurso:
P. Estrena dentro de poco Continuidad de los parques como director. ¿Qué quiere contar con esta obra?
R. Pues quiero hablar del encuentro, del encuentro de mi verdad, tu verdad y la verdad. Continuidad de los parques mezcla historias aparentemente sin un punto en común. Aparentemente. El único punto en común es ese parque donde se encuentran las personas. Un parque es un lugar que suele estar en el centro de una ciudad, es decir, en medio del cemento, de ese lugar donde somos muchos pero estamos solos, donde no se saluda uno por la calle, donde uno va a lo suyo, donde uno sobrevive y, de repente, hay parques, donde cambia el ambiente, donde hay árboles, donde hay animalitos, donde hay ardillas y donde hay bancos que uno puede compartir, cosa que, en la ciudad, es difícil que se dé. Me apetecía Continuidad de los parques también porque es una comedia. Hace tiempo que no hago comedia pura y dura.
P. ¿En qué papel se siente más cómodo: director o intérprete?
R. No me gusta nada elegir. Las palabras tienen mucho peso y algunas cosas me gusta más actuarlas y otras prefiero dirigirlas. Sí te puedo decir que me han ofrecido dirigir algunas cosas por encargo y he dicho siempre que no, excepto con Un trozo invisible de este mundo, de Juan Diego Botto. Porque, de momento, no quiero que en la dirección me invada ese lugar que sí me ha invadido en la actuación, cuando he tenido que decir que sí a cosas porque, si no, no pagaba la hipoteca.
P. ¿Más planes de futuro?
R. En mayo vamos a hacer una obra en la sala Mirador, si todo va bien, que se llama Sapiens, sapiens. Habla del sistema y de cómo el hombre se adapta al sistema. Es una sátira terrible, con mucha mala baba, dentro de un formato que hemos dado en llamar “Menú de teatro menudo”, que no es microteatro, que no es teatro para niños aunque suene a “Menú de teatro para niños”. El nombre significa que son piezas cortas, como en el microteatro, en las que el público viaja y se separa. Si tú vas con un amigo, por ejemplo, nada más entrar os separamos, uno va a una sala y otro va a otra, luego tú irás a la sala a la que fue tu colega y entre función y función os encontráis, comentáis la jugada, os tomáis un vino, porque forma parte del espectáculo y del menú. Vais a otra sala, y así sucesivamente.
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