Seguridad y democracia
Cuando el señor Obama anuncia que es incompatible la seguridad con la privacidad algunos ciudadanos nos preguntamos ¿a qué otros derechos tendremos que renunciar en el futuro para “garantizar” la seguridad? Quizá este señor acabe pensando que la democracia en sí misma es incompatible con la seguridad. Otros lo pensaron antes. Todavía lo recuerdo. Los llamábamos dictadores.
Estamos hablando de los principios fundamentales de la democracia y de los derechos de los ciudadanos. Me preocupa el futuro. ¿Recuerdan cuando era necesaria la orden de un juez para que registraran tu casa o escucharan tus conversaciones? ¡Qué tiempos! Me preocupa el presente.
Y quizá lo peor es que el debate entre seguridad y privacidad es falso: que Estados Unidos espíe a la misma Administración de la Unión Europea y a Gobiernos “amigos” es una señal inequívoca de que ese espionaje nada tiene que ver con la seguridad. Responde a intereses ilegítimos.— Luis Nieto Moreda.
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