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Los Middleton se expanden a EE UU

Pippa planea mudarse y abrir una sucursal del negocio familiar en Nueva York

Pippa Middleton y su hermano James, el pasado fin de semana en una boda.
Pippa Middleton y su hermano James, el pasado fin de semana en una boda.CORDON PRESS

A los Middleton se les queda pequeño Reino Unido. O, más bien, se les está haciendo difícil llevar un negocio bajo la estricta vigilancia del palacio de Buckingham. Estados Unidos se presenta como el siguiente peldaño para su comercio de artículos festivos Party Pieces. Al otro lado del Atlántico sus conexiones con la corona les seguirían resultando rentables pero no tendrían que dar tantas explicaciones.

Según la prensa neoyorkina el matrimonio Middleton está pensando en enviar a su hija Pippa a la conquista del mercado estadounidense, que arrancaría con una oficina de la empresa familiar en la Gran Manzana. Pippa conoce Nueva York mejor que sus padres Carole y Michael. El año pasado estuvo de visita durante la promoción de su libro Celebrate. Ya entonces se dispararon los rumores de un posible traslado a Manhattan después de que fuera vista en compañía de una agente inmobiliaria visitando un edificio de apartamentos del Upper East Side. El fracaso de ventas de su compendio de consejos celebratorios no empañó su popularidad entre los estadounidenses ni su vida social neoyorkina. Fue perseguida por los fotógrafos, asistió al abierto de tenis como invitada de Roger Federer y fue agasajada por el hotelero Andre Balazs.

Pippa mantiene desde hace unos meses una relación con el banquero Nico Jackson y trabaja en la web de Party Pieces como encargada del blog Party Times. Complementa su sueldo con una columna en la revista de los supermercados británicos Waitrose, que ya recibido críticas por lo caras que resultan sus recetas. Su posible traslado a Estados Unidos demostrará si tiene más olfato empresarial que talento como consejera gastronómica.

La ex azafata de vuelo Carole Middleton fundó Party Pieces cuando estaba embarazada de Kate a principios de la década de los ochenta y empezó preparando pedidos desde la mesa de su cocina. La idea les ha proporcionado una vida desahogada, ha financiado la compra de una nueva mansión rural de 5.5 millones de euros en el área rural de Berkshire y el piso en el barrio de Chelsea para sus hijos.

Los consuegros del príncipe de Gales han sido acusados en varias ocasiones de hacer caja con la posición de su hija mayor. James, el menor de los tres hermanos, vendió en su tienda de pastelería una magdalena decorada con una foto de Lady Di. Después de años como la discreta novia del príncipe Guillermo, Catalina dio su primera entrevista en la web de la tienda familiar. Las declaraciones contenían inocuos recuerdos infantiles y consejos poco originales (al mejor estilo Middleton) pero fueron retiradas al poco de publicarse. Poco después de que se anunciara el embarazo de la duquesa de Cambridge sus padres pusieron a la venta artículos para bebés con paquetes de decoraciones festivas denominados Principito y Princesita. La decisión fue criticada por la asociación británica de profesionales de la publicidad (IPA). Su poca cautela empresarial también les llevó a infringir las estrictas reglas publicitarias de las Olimpiadas londinenses y a usar sin permiso el logo de la película Skyfall.

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