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Jay-Z, una máquina de hacer negocio

Elegido como uno de los hombres más influyentes de la revista 'Time', está casado con Beyoncé y tiene como amigo a Warren Buffett

Jay-Z y su gran amigo Warren Buffett.
Jay-Z y su gran amigo Warren Buffett.Theo Wargo (GETTY)

No es casualidad que Jay-Z tenga entre sus buenos amigos a Warren Buffett. Hay fotos que lo demuestran, como las que inmortalizaron al rapero cogiendo por la corbata al octogenario en la fiesta de reapertura del 40/40, el club que regenta en Nueva York. El oráculo de Obama se lo pasó en grande, hasta el punto de que esa noche acabó haciendo con las manos el Roc-a-Fella, una de las signas de identidad del también marido de la cantante Beyoncé.

Ambos saben de negocios y ambos están muy comprometidos con la filantropía. Hay hasta una portada de la revista Forbes protagonizada por los dos. Eso fue en 2010. Ahí empezó la relación. Ahora Jay-Z se coloca solo en la primera página múltiple de Time, coincidiendo con la publicación de su lista de personas más influyentes del planeta. El artista de hip-hop comparte edición con Michael Kors, Elon Musk, Lebron James o Sherly Sandberg.

Para darle más relieve a la elección, la publicación encargó su perfil al alcalde de Nueva York, el también empresario Michael Bloomberg. Como dice el magnate, Jay-Z encarna la esencia de la ciudad: “Un chico de un mal barrio que se cría en una vivienda pública, que supera las malas influencias de la calle, que nunca deja escapar su sueño, que llega a lo más alto y que desde ahí sigue avanzando”.

Jay-Z no está aún en el club de multimillonarios de Forbes, pero su fortuna escala al ritmo con el crece su ambición. Se calcula que tiene una riqueza personal de 460 millones de dólares (unos 355 millones de euros). Lo de haber sido padre hace un año tampoco parece estar frenando la máquina de hacer dinero. Roc-a-Fella es precisamente como se llama su compañía discográfica, uno de los pilares sobre los que ahora se sustenta el imperio del artista.

Echando cuentas, es tercero entre los reyes de hacer caja con el  hip-hop, gracias al éxito de su álbum Watch the Throne. Eso, mezclado con el patrocinio de Duracell y Budweiser, le aportó 38 millones de dólares solo el año pasado, según Forbes. Por encima de Shawn Carter, su nombre de nacimiento, están Dr. Dre y a Diddy, con 110 millones y 45 millones. Todo un logro, si se piensa que en el entretenimiento las fortunas crecen tan rápido como se esfuman.

La clave, como en el caso de Diddy, el más rico con 580 millones, está en diversificar. Junto a la música, el efectivo le llega a Jay- Z gracias a negocios como la firma publicitaria Translation o los cosméticos Carol´s Daughter. Creó una línea de ropa, Rocawear, que vendió por 204 millones, y es copropietario de una cadena de bares. En 2008 firmó contrato de 150 millones por diez años con la firma de entretenimiento Live Nation.

Además es uno de los principales inversores de los Nets de Brooklyn. De hecho, es el artífice de que el equipo de la NBA volviera a la ciudad de los rascacielos tras una larga ausencia. Diseñó su nuevo logotipo y ofreció un concierto para estrenar el flamante estadio que está cerca del barrio en el que se crió. Ahora quiere desprenderse de su participación y lanzar una agencia deportiva, Roc Nation Sports.

El artista ya representa a varios deportistas. Su nombre aparece también entre los productores del videojuego NBA 2K13. El artista se sale claramente de la norma, porque está triunfando cuando ya es una persona madura. Si su fortuna se combina con la de su mujer, son la pareja de artistas más rica, con 775 millones. Beyoncé acaba de firmar un multimillonario contrato con PepsiCo, que sigue una fórmula de patrocinio similar a la de Jay-Z con la cerveza Bud.

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