Filosofía crítica
Después de leer el artículo del señor Javier Gomá Lanzón ¿Dónde está la gran filosofía? (Babelia, 17-3-2013) quisiera objetar lo siguiente: la tarea —que no misión— de la filosofía no es únicamente proponer ideales. Los ideales no se proponen, ya existen, y pertenecen a la humanidad; por ejemplo, que todos los seres humanos nacemos libres e iguales en derechos (¿quién lo negará?). La tarea de la filosofía, desde su origen hasta nuestros días, fue y debería seguir siendo la de “poner en duda”, es decir, cuestionarse lo que se da por hecho.
Los primeros filósofos son aquellos que cuestionan la veracidad de los mitos e intentan, en un esfuerzo titánico, dar una explicación racional sobre el mundo. Más tarde, Sócrates interpeló a sus contemporáneos hasta la muerte. Su discípulo, Platón, renunció a la política, que iba a ser su destino, porque cuestionó las prácticas políticas de sus conciudadanos. Su actitud crítica dio origen a su gran filosofía.
La lista de los filósofos que se aventuraron a pensar contra lo establecido es muy larga. Por ello fueron marginados y hasta condenados a muerte. Pero gracias a su actitud de descontento, de duda, de sospecha, la sociedad ha ido aproximándose a aquellos ideales mencionados, con el fin de construir un mundo mejor.
Por último, es una responsabilidad de la filosofía —sea grande o pequeña— ser crítica con los dogmas y los prejuicios que siempre nos acechan. Ningún pensador que no se ejercite en esta valiente y arriesgada tarea debería ostentar el título de filósofo.— Violant Barquet.