Guillermo y Kate esperan un bebé

Guillermo de Inglaterra y Kate Middleton esperan su primer hijo, según informan fuentes oficiales.  La futura madre sufre fuertes síntomas de embarazada: náuseas y vómitos, tanto es así, que ha necesitado ser hospitalizada. El bebé que está en camino será el tercero en la línea de sucesión al trono, el que ocupará sin importancia de cuál sea su sexo. La familia real británica ha expresado su alegría por la noticia y no ha tardado en tuitearla. "La duquesa fue ingresada esta tarde en el Hospital King Eduard VII en el centro de Londres con fuertes mareos", añade el parte oficial, en el que la reina Isabel, el duque de Edimburgo, el príncipe de Gales, la duquesa de Cornualles y el príncipe Enrique se congratulan por la buena nueva. Y concluyen: "Al tratarse de un embarazo incipiente, se espera que la Su Alteza permanezca algunos días ingresada y que después continúe en reposo ya en su domicilio".

Los duques de Cambridge se casaron el pasado 29 de abril de 2011 tras ocho años de relación. El bebé que esperan será el primer nieto de Carlos de Inglaterra y el tercer bisnieto de la reina Isabel II. Los rumores de embarazo comenzaron hace unas semana pero pese a ello Kate, de 30 años, ha mantenido su agenda oficial. Hace unos días, Clarence House, la residencia del príncipe de Gales, informó de que la pareja se iba a instalar definitivamente en el palacio de St. James para dedicarse a tiempo completo a trabajar para la Corona.

En solo año y medio la pareja se ha convertido en una de las estrellas de la vida social mundial y en la más querida de la familia real británica. Kate, además, se ha ganado el cariño y el respeto de todos. Su examen público de este año ha sido superado con matrícula. La prensa británica se ha rendido a sus encantos y en las calles la adoran.

La pareja protagonizó una de las bodas más espectaculares que se recuerdan, en la que la pompa, el boato y el amor se reunieron delante de los representantes de la familias reales de medio mundo.

Guillermo y Kate superaron este año con éxito su primera temporada como matrimonio. Al menos, en lo que se conoce: su vida pública. Un éxito al que no han estado ajenos los asesores de palacio pero que los observadores de la realeza atribuyen a la propia pareja. Primero, porque son pareja, y no un matrimonio de conveniencia como Carlos y Diana. Y, segundo, porque suelen tener la última palabra en sus decisiones.

Al momento de casarse, Kate tenía dos grandes retos: aprender el oficio real y aprender a vivir con el acoso casi permanente de la prensa. Para lo primero, tuvo dos grandes apoyos: su marido y su suegro. Cuando la pareja cumplió su primer año de casados, los medios británicos subrayaron las buenas relaciones entre Catalina y el príncipe Carlos, que se dejaban ver juntos y compartían aficiones. Pero es Guillermo el que se ha convertido, ante todo, en su cicerone en este primer año de inmersión en la vida palaciega. Ella, definida por algunos cortesanos como empecinada y profesional, prepara con detalle sus apariciones públicas, que han sido cuidadosamente programadas.

El único gran disgusto de la pareja llegó en septiembre cuando aparecieron varias imágenes de la duquesa tomadas durante unas vacaciones en un castillo francés, propiedad del sobrino de la reina, lord Linley, hijo de la fallecida princesa Margarita. La casa real británica emprendió acciones legales contra los medios que publicaron las fotos.