Cómo resolver el enigma de los jeroglíficos
La egiptomanía es como la cocina: empiezas friendo un huevo y acabas hecho un Comidista. Para muchos, el huevo frito de la egiptología es la tumba de Tutankamón y los fabulosos tesoros hallados en ella.
¿Por dónde empiezo?
La jeroglíficos pueden estar escritos horizontalmente, de izquierda a derecha o de derecha a izquierda, o verticalmente, también en ambos sentidos. La dirección de las figuras indica el sentido de la lectura (se empieza por la nariz).
El escriba buscaba la disposición más armónica de los signos, que se suelen inscribir en cuadrados, unidades ideales que dividen el espacio disponible. Los signos ocupan un cuarto, un tercio, la mitad o la totalidad de estos cuadrados, según su morfología y entorno, procurando no dejar espacios vacíos. A veces también juegan con la simetría. En la sintaxis, los símbolos de dioses y reyes se anteponen al resto, siguiendo un orden jerárquico.
No hay puntos ni comas. Tampoco separación entre palabras y frases. Una forma de saber dónde empieza o termina una palabra es localizar el determinativo, un signo que señala su función semántica, como el que indica movimiento, representado por dos piernas en actitud de andar; el que determina una acción violenta, representado por un brazo armado, o el que indica un concepto abstracto, un papiro enrollado. Algunos signos, como los que representan la R o la T, pueden aparecer como complementos fonéticos, para enfatizar o hacer más explícito un texto.
¿Cuántos jeroglíficos existen?
Muchos. Leer de corrido, como Indiana Jones, las inscripciones de los templos y tumbas faraónicos es difícil. Antes tendrás que aprenderte la lista Gardiner, el diccionario básico de la escritura egipcia, que recoge 743 jeroglíficos diferentes clasificados en 26 subgrupos (deidades, partes del cuerpo, el hombre y sus ocupaciones, animales…), y su transliteración fonética. En ella solo están los más comunes, los que se usaban durante el Imperio Medio. Debajo se puede ver uno de los grupos de la lista Gardiner, el de aquellos que representan aves.
En el periodo grecorromano el número total llegó a superar los 6.000. No significa que se escribiese mejor en la época de Cleopatra, sino que se usaban más palabras para decir lo mismo, como los políticos. También fue un recurso empleado por los sacerdotes egipcios para ocultar sus secretos a los nuevos gobernantes del país, primero los griegos y después los romanos.
¿Existe un alfabeto jeroglífico?
Sí, pero sin vocales. El alfabeto egipcio está formado por 28 consonantes o signos unilíteros (en algunas tablas aparecen 30; en otras, 24). ¿Y las aes, oes, íes y úes que vienen en la camiseta que me compré en Asuán? No son vocales, sino semiconsonantes, como álef, la primera letra del alfabeto hebreo, que se corresponde aproximadamente con la letra A, representada por la figura de un alimoche.
¿Cómo se pronuncian?
Aunque se ha intentado reconstruir la fonética de los jeroglíficos a partir de los sonidos del copto, no sabemos cómo sonaba realmente la lengua de los antiguos egipcios. Podemos leerla, pero no hablarla. Como convención, en las transcripciones se suelen rellenar los espacios entre consonantes con vocales escritas en minúsculas (en las transliteraciones que manejan los egiptólogos y filólogos se emplean unos caracteres especiales). Por eso en algunos textos se lee Nefertiri y en otros Nefertari (no confundir con Nefertiti, que fue otra reina) Mala suerte: no podrás tirarle los tejos a Ank-Su-Namún (Patricia Velásquez), la chica mala de la película La momia, en la foto de abajo.
Un poquito de historia
Hasta el hallazgo en agosto de 1799 de la piedra Rosetta, el fragmento de una estela del año 196 a.C con la inscripción de un decreto del rey Ptolomeo V en jeroglífico, demótico (una variedad cursiva de los jeroglíficos) y griego clásico, todos los intentos por traducirlos fueron inútiles.
Comparando los cartuchos con los nombres reales (Ptolomeo, Cleopatra y Alejandro Magno, entre otros) que figuraban en ella, el británico Thomas Young y el francés Jean-François Champollion lograron descifrar algunos jeroglíficos, descubriendo que también funcionaban como signos alfabéticos (al menos cuando se usaban para escribir los nombres de monarcas extranjeros: la dinastía de los Ptolomeos era de origen griego). Un descubrimiento importante, aunque no lo aclaraba todo. Fue Champollion quien en septiembre de 1822 dio con la clave definitiva para leer las antiguas inscripciones egipcias: el sistema jeroglífico es al mismo tiempo figurativo (1), simbólico (2) y fonético (3).
¿Un pato es un pato es un pato?
El jeroglífico que representa un pato, por ejemplo, admite varias interpretaciones:
(1).- Como dirían Pocoyó y Sigmund Freud, a veces un pato es solo un pato. En este caso, el signo pato se traduce como “pato”. Cuac.
(2).- Otras veces, como cuando va junto al signo que representa al sol (el dios Ra) acompañando el nombre de un faraón, su significado es muy diferente: “Hijo de Ra”.
El pato pues, también puede significar "hijo" o "hija". Cuando no precede al cartucho con el nombre de un faraón, suele ir junto a los determinativos que representan a un hombre o a una mujer. Para la mujer, además, se suele incluir el semicírculo del signo alfabético T, que también es el complemento fonético que indica el género femenino. Debajo se puede leer: "el hijo y la hija"; o bién, "la parejita".
(3).- El pato también funciona como fonograma bilítero: S+A= SA, un sonido que puede servir para escribir otras palabras sin ninguna relación con los patos o los hijos. Los fonogramas son representaciones de sonidos, equivalentes a letras o grupos de dos, tres o más consonantes.
Para escribir “soldado”, por ejemplo, un escriba podría emplear esta imagen como ideograma,
o estas otras dos --"sol" + "dado"-- como fonogramas:
Volviendo a Egipto: para escribir “vida” o “la vida” el mismo escriba podría emplear el signo trilítero ANJ, representado por el famoso signo de la llave de la vida (sí, ese que llevas colgado del cuello),
o descomponer la palabra en sus tres signos alfabéticos: A + N +J:
Otro ejemplo: el signo que representa un bastón sirve para escribir “bastón”, aunque lo más habitual es que se aparezca con el significado de “palabra”. El estandarte, como los que se colocaban en los pilonos a la entrada de los templos, es el determinativo de la divinidad, de lo sagrado (se escribe antes del bastón por respeto).
Cuando ambos signos aparecen juntos, se leen como “palabra de dios”. Si van seguidos por las tres rayitas verticales que indican el plural de una palabra, se traduce como “las palabras de dios”, las “palabras sagradas” o las "sagradas escrituras", que es lo que significa en griego jeroglíficos (del término ἱερός+γλυφίς, hierós + glifós).
¡Juguemos a Indiana Jones!
La tumba más bonita y alegre de Tebas es la QV66 en el Valle de las Reinas, donde fue enterrada Nefertari, "Bella entre las Bellas", la esposa favorita de Ramsés II. Se cree que Nefertari murió a los 45 años, hacia el 1255 antes de Cristo (XIX Dinastía).
Los muros y techos de su tumba están decorados con frescos de vivos colores; en uno de ellos (en la foto de arriba), se muestra a la hermosa reina jugando al Senet, una especie de ajedrez o juego de damas, sobre el que aparece esta inscripción (que por cierto, tiene una errata; a ver si dais con ella):
Se puede traducir más o menos así: "Osiris (título honorífico que reciben los difuntos). La gran esposa del Rey, señora de las Dos Tierras. Nefertari, amada de Mut".
Los signos del ojo y del asiento se combinan para formar el ideograma de Osiris. El hombre sedente tocado con nemes y perilla es el determinativo de Osiris.
Junto a él está el fonograma bilítero H+ M seguido del signo alfabético T (HeMeT): “esposa”.
La golondrina (U+R; grande) viene acompañada del signo alfabético T, que indica el género femenino; se lee UReT, “la gran”.
Deberes para casa
Identificar las partes que componen el cartucho de Nefertari. Y traducir los jeroglíficos de la foto que abre este post. Mañana hay examen (es broma).
PD.- La información para esta entrada está sacada del libro El enigma de la piedra, de Christian Jacq y la Gramática egipcia de Alan Gardiner. Para quienes quieran profundizar en el tema, recomiendo el programa Amanuense (está en español y se puede descargar gratis en la web de Egiptomanía). Firmado:
(Isidoro, El viajero astuto, creo).
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